El actor Volodymyr Zelensky, durante la campaña electoral optó por espectáculos y redes sociales en lugar de mítines y entrevistas.
Los ucranianos votaban este domingo en la primera vuelta de unas elecciones presidenciales que se anuncian imprevisibles, con un actor sin experiencia política liderando los sondeos, en un país en guerra y con serias dificultades económicas.
El resultado de estas elecciones es crucial para Ucrania, país en crisis económica que libra, además, una guerra contra separatistas prorrusos en el este del territorio, que ha dejado más de 13.000 muertos en cinco años. Ello genera inéditas tensiones con la vecina Rusia, que anexionó en 2014 la península ucraniana de Crimea.
El favorito de los sondeos es el actor Volodymyr Zelensky, de 41 años y cuya única ‘experiencia’ como gobernante se limita a su papel en una serie de televisión, en la que encarna a un profesor de historia que de pronto se convierte en presidente.
Zelensky supera de lejos a sus rivales con más de 25% de intención de voto, según los últimos sondeos.
La calificación de Zelensky para la segunda vuelta parece asegurada y la verdadera incógnita es saber quién de los dos veteranos de la política de Ucrania lo acompañará: el presidente saliente, el prooccidental Petro Poroshenko, de 53 años, o la ex primera ministra Yulia Timoshenko, de 58.
Ambos están casi empatados en el segundo lugar, según los sondeos.
“Adelante hacia nuestra adhesión a la UE y a la OTAN”, lanzó este domingo el presidente Poroshenko después de votar en el centro de Kiev.
Por su parte, Zelensky, rodeado por una multitud de periodistas, se declaró confiado en la victoria. “Una nueva vida normal comienza, sin corrupción“, aseguró el actor.
“Zelensky quizás lo logre”, declaró a AFP Roman, 52 años, habitante de Lviv, un bastión nacionalista del oeste. “Los otros tuvieron su oportunidad, pero no hicieron nada”.
El rápido ascenso de Zelensky estuvo favorecido por el rechazo de los electores ucranianos a las élites del país, salpicadas repetidamente por escándalos de corrupción, y por la decepción que deja el levantamiento prooccidental de la plaza Maidán, hace cinco años, que llevó a Poroshenko al poder.
Los detractores de Zelensky ponen en duda su capacidad para gobernar el país, mientras sus partidarios ven en él un nuevo rostro, sin la carga de los compromisos y los fracasos de la clase política actual.
Con información de López Dóriga Digital





