La primera dama Melania Trump le recuerda discretamente que que se ponga la mano en el pecho.
WASHINGTON.- El gesto fue tan discreto que casi pasó desapercibido, pero logró su cometido: salvar a Trump de su próximo escándalo. El presidente de Estados Unidos había olvidado ponerse la mano en el pecho mientras escuchaba el himno nacional. Y lo había hecho, además, en un instante retransmitido en directo por televisión y con todas las cámaras apuntando hacia la familia presidencial.
Los Trump, junto a su hijo Barron, celebraban esta mañana su primer gran evento social dentro de la Casa Blanca con motivo del lunes de Pascua, una cita a la que están invitados centenares de niños y sus familias. Antes de los juegos en el jardín y de la lectura de cuentos, el matrimonio presidencial escucha tradicionalmente el himno desde el balcón de la residencia acompañado de un conejo gigante que desde hace varios días ha dado pie a todo tipo de bromas. Antes de que el presidente olvidase (casi) honrar al himno con la mano en el pecho, los humoristas de Saturday Night Live se adelantaron convirtiendo al secretario de prensa del presidente, Sean Spicer, en el empleado de la Casa Blanca que debe disfrazarse de conejo. Algo que ocurrió en realidad durante su etapa en la Administración Bush.





