Con: J. Baldomero Díaz Gaytán
• Manzanillo 2018 y las Ofertas Ciudadanas
• Este Día, Claro que Mando mis Postdatas
Una encuesta levantada por la empresa “Rumbo XXI” a finales del año pasado en el municipio de Manzanillo, reveló que el 72 por ciento de los entrevistados se sentían “profundamente decepcionados por la forma de gobernar de los dos partidos políticos más dominantes, del PAN y del PRI”. Y un abrumador 77 por ciento tenía “la ilusión de que en las elecciones generales del 2018 apareciera un candidato independiente”.
Estos datos hay que tomarlos en cuenta por lo que pueda venir en las elecciones del próximo año, en donde se observa, en el humor social, un profundo desgaste de las siglas de los dos partidos políticos más importantes. Y en cambio, están emergiendo en el ánimo de la opinión pública tres proyectos personales que, si saben tejer bien las alianzas, podrían tomar por asalto la presidencia municipal de Manzanillo.
Hay que analizar nombre por nombre a estos tres personajes que, insistimos, están tomando fuerza como proyectos ciudadanos.
1.- Rubén Alamo Navarro: Formalmente es el presidente del Comité Directivo Municipal del Partido Revolucionario Institucional en Manzanillo, pero, en la práctica, está abanderando un anhelo de muchos años de la nomenclatura de los seccionales del PRI: la modernización y las apertura del tricolor.
Alamo representa al nuevo PRI, pero también, es la bandera ideológica de toda una generación de jóvenes porteños que no han tenido espacios de participación política. “El Cachorro”, como ha sido bautizado, no es priísta, no actúa como tal, es un ciudadano que quiere modernizar la política y esa bandera le está generando muchos adeptos.
Si Rubén Alamo no comete errores se meterá en la lucha por la alcaldía en el 2018. Y desde este momento muchos se están haciendo una pregunta… ¿No será electoralmente más rentable como prospecto ciudadano que como candidato del PRI? No hay que descartar una idea: Se puede ir por la ruta de los independientes si el tricolor le cierra las puertas. Al tiempo.
2.- Carlos Arellano Contreras: El líder del movimiento Fuerza Ciudadana acredita, en la práctica, tener al menos un capital de cinco mil votos constantes y sonantes en el municipio de Manzanillo. Y esa cifra se compulsa de una manera práctica: En la elección de junio del 2015, Arellano fue aliado de Jorge Luis Preciado y el panista ganó la elección por cinco mil votos de ventaja en el puerto. En los comicios del 2016, en la contienda extraordinaria, Fuerza Ciudadana pactó con el priísta Ignacio Peralta y éste ganó en Manzanillo, curiosamente, por los mismos cinco mil votos de diferencia. Dicen que en política lo único cierto son las matemáticas.
Pero un dato adicional: En este momento, Fuerza Ciudadana y Arellano están jugando a favor del PRI en los comicios del Estado de México. Si el tricolor gana esa elección y Arellano cumple con sus metas establecidas, entonces habrá tejido alianzas claves para el 2018, año en el que se elige al nuevo Presidente de la República. La conclusión llegaría en automático: FC operaría para el tricolor en varios estados del país en esa complicada elección.
Por ello, si Fuerza Ciudadana le aporta votos al PRI en varias entidades, Arellano Contreras estaría en la cumbre y con las posibilidades de negociar lo que quiera: Y lo que quiera podría ser una posición en Manzanillo…. ¿Por qué no?
3.- Jorge Luis Herrera Valle: Desde los tiempos en que Cecilio Lepe Bautista fue presidente municipal de Manzanillo, la comunidad portuaria no ha tenido a un representante en la sala oval de la alcaldía. Hoy, están dadas las condiciones para que el contador Jorge Luis Herrera Valle, conocido profesionista de la empresa Contecón, pueda registrarse ante las instancias electorales como un candidato independiente. Y podría darles muchos dolores de cabeza a los candidatos tradicionales.
Herrera Valle con el impulso de al menos una veintena de empresarios está promoviendo su imagen en la zona rural, en los barrios y colonias, pero sobre todo, en los espacios deportivos de Manzanillo. Ha trabajado de manera inteligente, cautelosa, sin prisas y con estrategia. No está contaminado con las siglas de ningún partido político. Nunca ha sido candidato y no se le conocen escándalos que puedan afectar su proyecto. Está generando una importante plataforma de crecimiento y podría ser el candidato que buscan las mayorías en el 2018.
Rubén Alamo Navarro, Carlos Alberto Arellano Contreras y Jorge Luis Herrera Valle ya han tenido algunos encuentros políticos entre ellos. Ahí está otro tridente que podría meter en problemas a más de uno en la elección que viene. Y es que, hay que decirlo fuerte para que se oiga recio, los tres traen, con la mano en la cintura, un capital acreditable cercano a los quince mil votos. Y quince mil sufragios encumbran o, en su caso, descarrilan cualquier proyecto político. Eso, sin duda, nos queda claro.
MIS POSTDATAS DE ESTE DIA
P. D. 1.- La diputada federal Eloísa Chavarría Barajas quiere ser la candidata del PAN al senado de la República. Con trabajo discreto está llevando apoyos a los barrios y colonias de Manzanillo. Sus posibilidades dependen de la influencia que pueda tener Oscar Zurroza en la mente del senador Jorge Luis Preciado Rodríguez.
P. D. 2.- Un fin de semana sí y al otro también, la sub secretaria de la Sagarpa, Mely Romero Célis está haciendo trabajo político en el estado. Es obvio que Romero no busca ser la candidata a la presidencia municipal de Cuauhtémoc. Lo que ella busca, lo dice en público y en privado, es ser nominada a la diputación federal por el primer distrito electoral.
P. D. 3.- El nombre de Héctor Munguía, el eficiente secretario particular del gobernador Ignacio Peralta estará registrado en las boletas electorales del próximo año. Es una de las cartas leales al mandatario y no son pocos los que afirman que podría ser el próximo coordinador de la bancada del PRI en el Congreso del Estado. Este es el momento de ir buscando los nombres de los Peraltistas químicamente puros, porque ahí está la clave del 2018, pero también, la llave que abre el 2021.
Y ni una línea más.





