Playa de Santiago en Manzanillo es apta para uso recreativo: SSA

Las 14 playas más concurridas del estado están por abajo del límite de riesgo sanitario.

Al igual que las otras 13 playas más concurridas del estado, la playa de Santiago, en Manzanillo, es apta para uso recreativo y no representan ningún riesgo para la salud de la población, ya que el agua de mar se encuentra por debajo del límite de riesgo sanitario por contaminación bacteriológica, precisó la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado.

La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris) puntualizó al respecto que los resultados que dieron a conocer la Cofepris y la Semarnat no son niveles de contaminación de las playas, sino indicadores de la calidad del agua de mar.

En el caso de Colima, el agua de mar de las playas, se encuentran abajo de los 200 enterococos por cada 100 mililitros, que es el criterio sanitario para clasificar el agua de una playa como apta para su uso recreativo.

Recalcó que las 14 playas más concurridas en los tres municipios costeros se encuentran en un rango de 10 a 99.8 enterococos fecales (playa de Santiago), por lo que todas están dentro del rango establecido por la normatividad sanitaria vigente o tienen buena calidad sanitaria del agua de mar.

En este sentido, la dependencia estatal destaca que el indicador bacteriológico para evaluar la calidad del agua de mar son los enterococos fecales por su alta tolerancia a las condiciones de salinidad, temperatura y acidez del agua, los cuales están relacionados directamente con enfermedades intestinales, respiratorias, conjuntivitis y dermatitis, entre otras.

Se informa que al momento, no se ha recibido ningún reporte de alguna enfermedad que esté asociada con el contacto del agua de mar.

No obstante, la Secretaría de Salud recomienda que las personas que cursen algún padecimiento propio de piel, como escoriaciones o heridas en proceso de cicatrización, o problemas en ojos, oídos o vías respiratorias, se abstengan de ingresar al agua, no por la calidad del agua de mar misma, sino por las condiciones propias de ellas mismas.