Los trabajadores mexicanos se fueron a festejar el 1 de mayo, el cual se conjugó con un largo fin de semana.
Sin embargo, a la hora de constatar la situación del mercado laboral y sus condiciones de trabajo se observan algunas satisfacciones y varios sinsabores.
En primer lugar, y hablando de recreo, no hay muchos días de asueto como estos. Según un estudio de la consultora Mercer, México cuenta sólo con siete días feriados, lo que le convierte en el país con menos días festivos del mundo, en contraste con Colombia que suma 18 días y la India con 16, pero además, por ley, el trabajador no goza de muchas jornadas de vacaciones, que a su vez dependen de la antigüedad del trabajador en la empresa.
Si la antigüedad es de un año de servicio, dispones de sólo seis días de vacación, los cuales se van incrementando dos días más por cada año de antigüedad hasta alcanzar un máximo de doce.
Después del cuarto año, el período vacacional aumentará en otros dos días por cada cinco años de servicio. Por tanto, y en comparación con otros países, el sistema es poco generoso con el mexicano en lo que se refiere a los días de descanso y esparcimiento.
Desempleo
En segundo lugar, en cuanto a la mano de obra, Ahora bien, trabajo hay. La tasa de desempleo en México es de las más bajas del mundo. Según la serie unificada, la tasa de desocupación en México se situó en marzo de este año en 3.9 por ciento, y de acuerdo con los datos armonizados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la tasa de México es la más baja de entre los países de esa organización, sólo superada por Corea, Japón, Austria, Noruega y Suiza.
De hecho, esa tasa de desocupación baja es motivo de debate. En las calles se suele decir que en México “quien quiere trabajar, trabaja”, pero en relación a otros países, son pocos los individuos que quieren trabajar.
La población económicamente activa, es decir, aquellos individuos que están en edad de trabajar y que o bien están empleados o bien están día a día buscando un puesto de trabajo, es de menos de 60 por ciento, una de las más bajas de la OCDE.
Así, más de 40 por ciento de la población que podría trabajar, prefieren mantenerse al margen del mercado laboral.
Mercado nini
Esa población se concentra sobre todo en jóvenes y mujeres, muchos de ellos apodados como “ninis” (ni estudian ni trabajan). De hecho, más de 47 por ciento de las mujeres jóvenes están fuera del mercado laboral, la tasa más alta de la OCDE, después de Turquía.
Más allá del nivel de desocupación, la mayor alegría para la sociedad mexicana es que tras varios años en los que la tasa de desempleo se resistió a bajar tras la recesión económica de 2008-2009, por fin ha entrado en una tendencia descendente que la dirige a los niveles observados antes de la crisis.
La tasa de 3.9 por ciento de la serie unificada es la más baja desde junio de 2008, mientras que en la serie desestacionalizada, la tasa se ubica en 4.2 por ciento, la menor desde octubre de ese mismo año.
Jornadas más largas
La realidad en México, por tanto, es que hay trabajo; y que quien quiere trabajar, trabaja, pero además, el que trabaja lo hace hasta la extenuación durante muchos días y largas jornadas laborales.






