La ceniza volcánica puede ser áspera, ácida, arenosa, vidriosa y maloliente, según la Secretaría de Salud. La dependencia cataloga los daños de la ceniza volcánica en la salud en: efectos respiratorios, síntomas oculares, irritación cutánea y efectos indirectos.
Respiratorios.- Los gases normalmente se encuentran demasiado diluidos como para constituir un verdadero peligro para una persona, pero la combinación de gases ácidos y cenizas puede provocar daños pulmonares a personas susceptibles como niños, ancianos y pacientes de enfermedades respiratorias graves o crónicas como el asma.
Oculares.- Las cenizas volcánicas recientemente caídas pueden tener un recubrimiento ácido que causa irritación los ojos.
Cutáneos.- Aunque es poco frecuente, la piel también puede sufrir ciertas lesiones a causa de la ceniza volcánica. Algunas veces puede llegar a contener un grado de acidez y ocasionar inflamación en la dermis.
Síntomas indirectos.- Puede llegar a haber intoxicación si se bebe de fuentes de agua contaminadas por las cenizas, por ello se deben cubrir estas fuentes como tinacos, pozos y cisternas.
Prevención y protección
- Usa cubrebocas o si es posible, mantente en casa hasta que la contingencia haya pasado
- Usa gafas, no lentes de contacto
- Cubre tu piel en caso de salir a la calle
- Si te expones a la ceniza, lava los ojos con abundante agua y no los talles
- Evita hacer ejercicio en exteriores
- Si las partículas en el aire alcanzan niveles peligrosos para la salud, se declarará contingencia ambiental.
Fuente: CNN






