El sacerdote laureado con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2012, ofreció una pista desoladora al señalar que “los testigos me dicen que los mataron y algunos estaban vivos. Que yo sepa, ese testimonio no lo han dado a las autoridades. Estaban heridos, y así como estaban heridos los quemaron vivos, les pusieron diésel”.
Añadió que incluso les pusieron madera, a pesar de que algunos seguían con vida.
Sobre la búsqueda de los normalista que encabeza el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, el activista afirmó que “No los van a encontrar porque están muertos y él lo sabe perfectamente”.
Solalinde también cuestionó la aparición de fosas y cadáveres “por todas partes”, y reconoció que es legítimo preguntarse “si no son los cuerpos de estudiantes entonces ¿Quiénes son?”.
El día de hoy se realizó una marcha multitudinaria en Acapulco para exigir al gobierno el esclarecimiento de la desaparición de los normalistas, luego de los enfrentamientos del 26 de Septiembre que además derivaron en la muerte de 6 personas y dejaron 25 heridos.
El caso, que ha adquirido una fuerte proyección a nivel internacional hasta el momento ha consignado a 50 personas, entre las que se incluyen elementos policíacos, y cierne sus investigaciones en el prófugo edil con licencia de Iguala, así como de su esposa.
Alejandro Solalinde tachó de Hipócrita la política del Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto, al hacer que la Cancillería trate de aminorar el impacto de este caso en el mundo.
Denunció que los maestros rurales de Ayotzinapa son objeto de criminalización y penalización de la protesta social.
Enfatizó en que la penetración del crimen organizado en las estructuras policiacas y gubernamentales de México han llevado a una enorme degradación de lo que llamó “Narcoestados”.