Llama COPARMEX Colima a una contrarreforma a la elección judicial, ante un proceso opaco y poco democrático

Al calificar como un modelo electoral que demostró ser opaco, confuso y deslegitimizado, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en Colima, Eduardo Sánchez García ponderó la necesidad de realizar una contrarreforma a la elección judicial.

Expresó que encendió muchas alertas el que solo 1 de cada 10 colimenses saliera a emitir su voto el pasado 1º de junio, es decir únicamente el 10 por ciento del padrón electoral salió a participar en estas elecciones, “es un proceso fallido”, precisó.

Señaló que de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE) Colima fue uno de los estados en donde menos participación ciudadana tuvo el proceso, estando en sexto lugar con menor participación.

Lamentó que este proceso haya sido diseñado desde el poder político con fines de control y sin legitimización ciudadana. “La gente no sabía qué se estaba votando, no entendía el proceso, y quienes acudieron a las urnas lo encontraron complejo, lleno de irregularidades, ‘acordeones’, movilización de votantes, coacción del voto, uso de recursos por parte de grupos políticos, por lo que no se puede llamar a eso una elección democrática”.

Dijo que el modelo utilizado no deberá ser nunca más utilizado, “no se debe repetir”, por lo que es necesario se comience a trabajar en una contrarreforma que revierta los errores del proceso.

“No podemos permitir que la voluntad de unos cuantos altere la estructura de la Constitución bajo el disfraz de un mandato popular que nunca existió”, subrayó.

Consideró que el proceso fue deslegitimizado dado que más del 88 por ciento de la ciudadanía que podía haber acudido a las urnas no lo hizo, “este proceso no solo compromete la legitimidad del Poder Judicial, sino que genera aún más incertidumbre en sectores clave como la inversión extranjera y las relaciones comerciales”, puntualizó.

Finalmente, el líder empresarial externó que este proceso plantea más preguntas que respuestas sobre el futuro del Poder Judicial y la salud democrática del país, pues l proceso pasó desapercibido o fue deliberadamente opaco. La falta de información clara, la complejidad del mecanismo de votación y el uso político de estructuras clientelares se combinaron para generar un escenario que, lejos de fortalecer la democracia, pone en entredicho la imparcialidad del sistema judicial.