Por:Pedro Velázquez Campos
Politica mexicana
PIOJO
El entrenador de la selección nacional de futbol, Miguel «El Piojo” Herrera, fue despedido por su violento comportamiento contra un narrador de televisión, a pesar de que en el plano deportivo había entregado resultados aceptables hasta el momento e incluso había dicho el presidente de los Estados Unidos Mexicanos EPN que era el mejor entrenador mexicano de los todos tiempos.
¿CORTINA DE HUMO?
La cobertura de los medios electrónicos sobre las cuestionables actitudes del director técnico fue más amplia que la fuga del narcotraficante Joaquín «El Chapo” Guzmán, porque sólo basta ver que las cadenas televisivas de señal abierta y restringida dedicaron 15 programas para «analizar” la destitución del estratega del balompie nacional.
Sin embargo, este suceso que ocupó la mayor parte de la agenda informática de la televisión comercial, que por cierto participa del millonario negocio que representa el futbol profesional, contrasta con los escasos espacios de reflexión que se otorgan a temas más trascendentes como la devaluación del peso ante el dólar.
PODER
Si las televisoras privadas lograron tumbar a «El Piojo” Herrera por su incalificable conducta, también debería ser posible ejercer la misma presión para depurar a las instituciones públicas de funcionarios ineficientes y corruptos, pero esto no ocurre porque se privilegian los intereses publicitarios que las necesidades y problemas de la gente.
Es verdad que el futbol es el juego más popular en el mundo, pero en el caso de México es más un lucrativo negocio que un proyecto deportivo, porque el país no es una potencia ni tiene la liga más poderosa.
PVEM
«El Piojo” Herrera tras su relativo éxito en el Mundial de Brasil 2014, lejos de concentrarse en su labor como seleccionador nacional, se dedicó a grabar comerciales, respaldar a partidos políticos como al Verde en Chiapas en donde en información extraoficial circuló la versión de que recaudó tres millones de pesos por los tuits publicados en pleno proceso electoral, a favor del Partido Verde Ecologista y denostar a sus críticos, situaciones que acapararon innumerables espacios periodísticos vinculados con la explotación económica del futbol; no obstante, por su limitada formación académica y explosivo carácter, Miguel Herrera fue víctima de la mercadotecnia, y las misma televisora que lo impuso como entrenador lo cesó cuando ya no le era útil.
La salida de este personaje no resuelve nada, porque peores que él permanecen en los tres órdenes de gobierno.
“Lo que hoy es noticia, mañana será historia”





