Por:Pedro Velázquez Campos

Sistema penitenciario

El sistema penitenciario del país, al igual que el resto de las instituciones públicas responsables de la seguridad pública y la procuración de justicia, así como el Poder Judicial, están al servicio del crimen organizado, pero su depuración depende de una profunda reforma que no se atreven a promover los legisladores mexicanos ni el presidente de la república

El hecho de que Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo”, se volviera a escapar de un penal de alta seguridad confirma que los cárteles del narcotráfico manejan a su antojo los hilos del poder en México.

La fallida estrategia policiaco-militar contra la delincuencia organizada que se implementó desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y que continuó Enrique Peña Nieto, ha costado la vida de más de cien mil personas en los últimos 8 años, pero la producción, tráfico y consumo de sustancias prohibidas está muy lejos de poder erradicarse.

 También es evidente que no sólo las policías municipales son las corporaciones más vulnerables a ser infiltradas por los narcotraficantes, sino que se trata de todo el sistema judicial y el establecimiento de un mando único es apenas una parte de la solución.

Quien se diga sorprendido por esta segunda fuga de «El Chapo” en definitiva no conoce las circunstancias e historia del país.

Ahora resulta que nadie se dio cuenta que debajo del baño de su celda se construía a diez metros de profundidad un túnel con una extensión de mil 500 metros con sistema de alumbrado y ventilación que llegaba hasta un inmueble en obra negra.

Desde luego que dicha evasión fue posible por la complicidad de las autoridades y custodios del penal con el líder del cártel de Sinaloa, pero aunque estos funcionarios sean encarcelados serán meros chivos expiatorios.

El poder corruptor de las bandas delictivas limita las posibilidades de que nuestra incipiente democracia se pueda consolidar, y lo más grave es que además de quedar exhibidos a nivel internacional la sociedad mexicana continúe cruzada de brazos.

PANORAMO CUMPLIDO

El pasado 4 de diciembre escribió este “mosco” lo siguiente:

 IZQUIERDA

De acuerdo a evidencias, en esta ocasión en la izquierda PRD es el partido más desorganizado sin contar con un plan electoral bien definido. Ya vimos en días pasados como se ha iniciado la desbandada rumbo a Morena o PT, quedando el Partido del Trabajo como la opción de la izquierda.

El PRD sigue atorado en lo de siempre: luchas internas, egos desbordados, ambiciones extremas y escasa disciplina de sus militantes en donde terminan con la expulsión de entre todos.

ALBIAZUL

En el PAN se observa una estrategia de partido más definida y reglas claras.

Gane quien gane la elección interna se infiere que los perdedores se sumarán a la causa y no habrá divisiones ni estampidas.

El elenco panista hace recordar aquellas pasarelas de pre-candidatos que el PRI solía presentar con el fin de calentar el ambiente y aceitar la maquinaria del tricolor.

Pero los candidatos panistas no han desarrollado programas efectivos de proselitismo.

TRICOLOR

Como partido lograron establecer las bases para la selección interna sin gritos ni sombrerazos.

Vienen por delante los procesos internos que serán claves para los partidos en contienda, quienes logren mantener unidad, hacer equipo y armar una estrategia sólida, seguramente serán los ganadores en julio del 2015.

Sin descartar por supuesto que también las campañas negras y otro tipo de artimañas sean estrategias que en ocasiones logran sorprender y confundir al electorado.

“Lo que hoy es noticia, mañana será historia”