MIAMI, Estados Unidos, oct. 9, 2016.- El huracán Matthew podría tener un efecto devastador para las elecciones presidenciales en el estado clave de Florida, debido a que el registro electoral cierra este martes y muchas personas que pensaban registrarse de último minuto fueron evacuadas o resultaron afectadas por la tormenta.
Del mismo modo que hasta dos millones de residentes de Florida fueron instruidos para realizar evacuaciones en el estado previo al huracán, el gobernador del estado, Rick Scott, dijo que no se ampliaría el plazo de registro de votantes, un movimiento que podría ser perjudicial en las elecciones del 8 de noviembre próximo.
Scott, quien en la actualidad encabeza un grupo nacional de apoyo al candidato republicano Donald Trump, recibió de inmediato las críticas demócratas que argumentan que una extensión en el plazo de registro de votantes es justificada debido al disturbio causado por la tormenta y que motivaciones partidistas parecen afectar su decisión.
Las elecciones de 2012 proporcionan una evidencia empírica para evaluar cómo la afluencia puede verse afectada en la elección de 2016.
Los resultados generales de una evaluación realizada por la empresa de archivos electorales Target Smart muestran que, durante la semana previa a las elecciones del año 2012, 24 mil 656 nuevos demócratas se registraron para votar en comparación con sólo 10 mil 322 republicanos.
El registro de votantes de «ningún partido» incluyó 21 mil 485 personas y el registro de los partidos de menor importancia ascendió a mil 96.
La ventaja partidista favoreció significativamente a los demócratas para 12 condados evacuados esta semana (Brevard, Broward, Duval, Flagler, Indian River, Martin, Miami-Dade, Nassau, Palm Beach, St. Johns, St. Lucie, y Volusia) y analizados en la última semana de registro en 2012.
Florida y sus 29 votos electorales es un estado «columpio» (indeciso) y es visto como clave para las posibilidades de victoria del republicano Donald Trump o de la demócrata Hillary Clinton.
Otros factores es que algunos residentes de la Florida que ya se han registrado y desean votar por adelantado pueden encontrar que no pueden llegar a sus casas para votar u obtener un voto por correo, o tal vez que su boleta electoral se la ha llevado la tormenta.
También hay otro precedente similar el de la «súper tormenta Sandy» que golpeó la costa este en 2012 y causó gran daño en New York y Nueva Jersey antes del día de las elecciones.
De acuerdo con un estudio realizado por el profesor Robert M. Stein, de la Universidad de Rice, Sandy tuvo una serie de efectos negativos en la elección de las regiones afectadas.
La participación fue baja, algunos lugares de votación tuvieron que ser consolidados y las jurisdicciones variaron en la forma en que trataron a los votantes desplazados. Hubo confusión y caos en algunas zonas afectadas.
En el caso de Florida, las solicitudes para hacer frente al problema después del paso de Matthew podrían poner una gran carga de presión para los administradores electorales del estado, sobre todo cuando ya uno de los candidatos, Trump, está asegurando que la elección esta amañada.
Cualquier intento de tratar de acomodar o de dar cabida a nuevos votantes tendrá objeciones y hasta podría ser objeto de litigios, según analistas.
«Con la incertidumbre de Trump sobre si podría reconocer una elección cerrada a favor de Clinton esto podría convertirse en una pesadilla», escribió Richard L. Hasen, profesor de derecho y ciencias políticas en la Facultad de Derecho de la Universidad de California, Irvine, autor de La distorsión de las elecciones estadunidenses.
Florida ya ha estado en el ojo de disputas electorales. En el proceso de 2000 entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore el estado se definió por un «puñado» de votos para el primero tras un largo proceso legal.