(Jonathan Davidson y otros, “Mental Illness in U.S. Presidents Between 1776 and 1974: A Review of Biographical Sources”, Journal of Nervous & Mental Disease, vol. 194, ejemplar 1, pp. 47-51, enero de 2006).
Janlori Goldman y Elizabeth Ida Tossell han formulado la siguiente interrogante: “¿Usted votaría por un candidato presidencial que sufra una enfermedad que lo debilite y pueda afectar el desempeño de sus funciones o incluso comprometer la conclusión de su periodo?” (“Presidential Health: Do We Have a Right to Know?”, en http://www.ihealthbeat.org/perspectives/2004/presidential-health-do-we-have-a-right-to-know.aspx#ixzz22LkdPhBb).
En México ni siquiera se ha planteado esa cuestión. Está fuera del radar de la opinión pública.
En Europa, los doctores Pierre Rentchnick y Pierre Accoce se dieron a la tarea de estudiar la salud de los gobernantes y su impacto en la sociedad. Así, por ejemplo, afirman que el presidente Franklin D. Roosevelt padecía presión arterial alta, lo que reducía su lucidez en las negociaciones territoriales en el marco de la Segunda Guerra Mundial (Ces malades qui nous gouvernent, Librairie Générale Française, 1978).
Hillary Clinton sabía y sabe muy bien que revelar su estado de salud, si éste es negativo, tiene un impacto en los electores estadunidenses, sensibles a ese tema y además en un clima electoral muy competido. Sin duda, ese traspié le afectará. Lo que queda en duda es qué tanto. El asunto en concreto no es fácil de resolver. Es verdad que la neumonía no nace por generación espontánea, pero también lo es que una afección viral por sí misma es transitoria y no es grave hasta que lo es, como hoy sucede con la candidata demócrata. Sobra decir que esta evolución de su enfermedad que –hasta donde se sabe– no tenía visos de convertirse en neumonía es, como se ha dicho en la prensa estadunidense, inoportuna. Cabe esperar que esta situación sea sólo un obstáculo salvable porque Clinton tiene experiencia de gobierno, racionalidad y una postura política más empática al votante latino que el impresentable Donald Trump.





