Al sostener el encuentro con organizaciones nacionales de productores rurales y firmar los convenios concurrentes con las entidades federativas, el presidente Enrique Peña Nieto anunció que realizarán una inversión de 14 mil 500 millones de pesos.
El ejecutivo federal convocó a los participantes a realizar la reforma del campo e instruyó al titular de gobernación a realizar foros incluyentes en donde sean analizados los problemas del sector.
Ahí los campesinos demandaron que se restablezca una banca de desarrollo agroalimentario que pueda coadyuvar en el desarrollo y rescate de la agricultura.
«No es la falta de desarrollo de la agricultura y la ganadería, y el aprovechamiento forestal, atribuible al sistema de propiedad social de la tierra; esta es por el contrario, una forma avanzada de propiedad colectiva», dijo el presidente del Congreso Agrario Permanente, José Durán Vera.
«Por eso nos oponemos categóricamente a la modificación constitucional o del marco jurídico secundario agrario, para agilizar el proceso de privatización del ejido y la comunidad; sobre la propiedad social también pesa el lacerante riesgo de las concesiones mineras que para su explotación arrasan y acaban con la superficie cultivable», agregó.
Ante la postura de los agroproductores, el Presidente Peña Nieto ordenó a los titulares de la Secretaría de Gobernación y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentos (Sagarpa), que realicen reuniones con los campesinos para abordar el tema de la reforma agraria.
Desde Isla Navidad en Manzanillo, Peña Nieto rechazó que vayan a efectuar modificaciones para privatizar el ejido.






