ENTREGA ESPECIAL

 

Por: J. Wenceslao Cisneros Amaya

LA INCERTIDUMBRE. Demasiado grave el problema que enfrenta el gobernador del Estado José Ignacio Peralta Sánchez, al encontrar las arcas públicas vacías, sin un solo centavo para cubrir las más ingentes necesidades que confronta la administración estatal.

La verdad no me imagino como le hizo el gobernador para cubrir algunos adeudos que eran urgentes y tal es el caso de la Universidad de Colima, crédito que se cubrió en el momento en que debería de pagarse.

También está el caso del adeudo con los adultos mayores, a quienes en forma puntual les cubrió los adeudos para que pudieran paliar sus necesidades.

Un rubro que era urgente cubrir, era el referido a la plantilla de empleados públicos pertenecientes a la administración Estatal, pues el gobernador se puso en los zapatos de los servidores públicos, quienes laboran por necesidad, lo cual observó puntualmente y con toda puntualidad cubrió esos adeudos, que de no haberlo hechos, hubiera propiciado una huelga de brazos caídos que hubieran puesto al Estado en una franca bancarrota, cuyo siguiente paso hubiera sido la desaparición de poderes, ante una supuesta ingobernabilidad, pero Ignacio Peralta, con una alta sensibilidad política, busco cubrir esos adeudos y la administración trabaja en forma eficiente, pues los trabajadores que viven de su sueldo, están satisfechos con el pago oportuno de sus créditos, que, como antes digo, están cubiertos.

Los programas sociales están siendo debidamente confrontados en su economía, por lo que nadie se puede quejar que, por falta de dinero el Estado no cubra los programas ya comprometidos, lo que ha hecho que se retome la confianza en el Ejecutivo estatal, al tomar decisiones acertadas para atender todas las necesidades que saltaron al escenario en cuanto Mario Anguiano Moreno terminó su mandato y lo que encontró José Ignacio Peralta Sánchez, fue un yermo fiscal; no había un solo centavo en las arcas públicas, teniendo encima el nuevo gobernador ya a la vuelta de la esquina, el pago de los salarios de los trabajadores de la administración estatal.

Haciendo malabares, reunió el gobernador el dinero para ese concepto y lo entregó exactamente el día que tenían que cubrirse los salarios de esas personas.

Me imagino que todos esos compromisos que se avizoran ahora, como son salarios, aguinaldos, etc., le han de quitar el sueño a Ignacio Peralta, mas no le han quitado la inventiva para hacerse de dinero para cubrir esos salarios y prestaciones que ya están, como antes digo, a la vuelta de la esquina.

Solamente José Ignacio Peralta Sánchez sabe a que Santo se ha encomendado para cumplir con todos los programas y ¡vaya que ha sabido cómo hacerlo!

Mientras que Peralta trata de llevar el barco a buen puerto, su antecesor obró con frivolidad, derrochando el dinero público en cosas tan baladíes, como fueron viajes al extranjero, pago de favores a la fémina en turno que le otorgaba favores lúbricos y la compra de caballos pura sangre.

Se dice que adquirió casas millonarias en los Estados Unidos – lo cual no se ha comprobado – pero si es cierto que dejó al tesoro estatal, como Moisés: “las puras tablas”.

Falta cubrir desde luego muchas necesidades que deberá de atender el gobierno estatal, sobre en el ámbito de la seguridad, pero con esa capacidad administrativa que ha demostrado Peralta, no dudamos ni un ápice, que sacará adelante, de las ruinas, a la

Entidad, para satisfacción de los ciudadanos colimenses que quedaron francamente muy desilusionados con la anterior administración.

JUSTO ASCENSO: El presidente de la república Enrique Peña Nieto, como jefe supremo de las fuerzas armadas, otorgó el grado inmediato superior al Contralmirante Alejandro Miranda Oceguera, quien ahora responde al grado de Vicealmirante, encontrándose a solo un paso de ser Almirante que es el último grado al que puede aspirar todo marino de carrera naval.

Decimos que es muy merecido ese ascenso, porque, a decir de los empleados y funcionarios de la Administración Portuaria Integral, es todo un caballero en su trato con ellos, a diferencia del anterior que solo hizo siembra de odios por el mal trato que daba a los empleados de la API.

ACLARACIÓN: Recibí una llamada de mi amigo, el Lic. Roberto Morán Rodríguez, quien nos explicó que la información que me habían dado del Director de Tránsito Giovanni, era inexacta, toda vez que él no tiene, ni ha tenido ligas ni con el narco – menudeo, ni con el narcotráfico, pues su cargo no puede ser negociable con los narcotraficantes, pues estos buscan a quienes portan armas y tienen tareas de prevención, de vigilancia y de seguridad y su personal solo atiende cuestiones de tráfico de vehículos, de donde resulta que los capos nunca buscan arreglarse con esta área que de nada les sirve a esos barones de la droga.

Dejamos constancia de esta aclaración y pedimos disculpas a este funcionario por haber hecho comentarios ligeros y le decimos también que aquí estamos, en esta página, para servirle.

A mi amigo Lic. Roberto Morán Rodríguez un abrazo fraterno.