¡Al ladrón, al ladrón, al ladrón!
“Cuando un pueblo a las 12 del día dice que es de noche, hay que ir prendiendo las farolas”
Francisco Bulnes.
Por: Javier Montes Camarena.
Lunes 03 – Agosto – 2015
Déjenme decirles que no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue, porque todos los políticos ladrones, por muy consolidados que parezcan, son temporales y frágiles, como la propia condición humana.
Tarde o temprano cuando el poder es mal utilizado a favor del interés personal por sobre el interés general de la sociedad, termina por desnudar la miseria y pequeñez de quienes se enriquecieron y se envilecieron vanamente al amparo de los bienes del Gobierno de Colima, mismos que les fueron confiados o con los cuales debieron estar comprometidos.
Resulta kafkiano observar como el Gobernador Mario Anguiano Moreno nunca aprendió que cada una de sus raterías y corrupciones le acarrearían consecuencias graves que hoy lo tienen cerca de una cárcel de alta seguridad ante un déficit de más de seis mil millones de pesos de su administración. La pregunta es: ¿Quién se robó el dinero? Anguiano Moreno dice que “hay culpas compartidas con otros ocho culpables” ¿Quiénes son esos animales de uña? ¿Jesús Orozco Alfaro, René González, Guillermo Adame, Rogelio Rueda, Rafael Gutiérrez Villalobos, Agustín Lara Esqueda, Isabel Ávalos, Raúl Pinedo?
…”Sinvergüenzas, ladrones, corruptos, farsantes, gaznápiros y esdrújulos”…diría el gran Jesús Martínez “Palillo”. El mismo discurso de hace 46 años y hoy todavía vigente. Y es que Mario Anguiano y sus cómplices resultaron unos vulgares rateros.
Fue a finales del siglo XIX cuando el historiador británico Lord Acton afirmó que “el poder corrompe y que el poder absoluto corrompe absolutamente”. No obstante en pocas ocasiones Colima había atestiguado una corrupción generalizada en el Gobierno del Estado tan acuciante y perniciosa donde aparecen ranchos en el extranjero, amantes, caballos finos en lujosas caballerizas, casas para sus queridas, pensión para la señora de la casa, mansiones y, dinero que ha salido del país, todos millonarios, todos ladrones.
Durante seis años nos vimos inundados con escándalos de latrocinios perpetrados por funcionarios de todos los niveles de la administración anguianista en una complicidad en cadena que día a día se volvía más fuerte por el fortalecimiento de los eslabones de corrupción sin que nadie dijera nada ya que en Colima la justicia, cuando sucede, es un producto de temporada.
Más allá de las estúpidas declaraciones del Gobernador Mario Anguiano Moreno, tratando de cubrirse, la sospecha emerge de la misma manera que los templos salen a la superficie mientras él se hunde tratando de empinar a su “Chivo expiatorio” culpándolo del desequilibrio financiero de su administración, mal haría el exsecretario de Finanzas y Administración Clemente Mendoza en quedarse callado, en servir de tapadera de un mandatario ladrón.
Por salud familiar y personal Clemente Mendoza debe explicarle a la sociedad de Colima ¿quién se carranceó los billetes de alta denominación?
Frente a sus pequeñas miserias el mandatario colimense será recordado por la dimensión de sus trapacerías, de mirada corta, de nobleza escasa, de sus podridos y mezquinos afanes que definen la pobre estatura moral, ética y política de un gobernante que llegó de un pueblo llamado “Tinajas” que hoy se avergüenza de él, al igual que todos los colimenses por ser un vulgar raterillo.
Dice el refranero popular que el amor, el dinero y lo pendejo no se pueden ocultar. El Gobernador Mario Anguiano Moreno, de hecho, no ha hecho mucho esfuerzo por ocultar sus lujosos ranchos, uno en los Ángeles, California, más de tres en el estado, su nueva relación amorosa en donde procreo gemelitos y lo tercero que es el señalamiento más grave, ya que si te agarraron con las manos en la masa y no sabes explicar tus “prosperidades” es que eres muy pendejo.
Hoy, el PRI de Colima busca entender el brutal desdén de los votantes que asistieron a las urnas el pasado domingo 7 de junio. Aquí me permito adelantar una explicación breve: un Gobernador ladrón y un candidato como Nacho Peralta que en honestidad no aprueba y que, si el tribunal electoral federal le da el sí, va a servir de tapadera de las raterías de su socio Mario Anguiano Moreno. Al tiempo.
Ahí se ven.
Enlacitos
Excavaciones gratis: ¿Quién es la candidata electa de una elección municipal que trae como relucientes y finas herramientas de trabajo político “pala y pico” por aquello de qué ya terminó de cavar su propia tumba política mucho antes de ejercer el poder?… Averígüelo Vargas.
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No pago para que me peguen: el deshonesto y corrupto Gobernador de Colima todavía está esperando que todos los medios impresos, radiofónicos, “periodistas” y comunicadores que durante este sexenio hablaron maravillas del Jefe y que aún está pasada quincena cobraron “puntualmente” en la nómina estatal salgan con micrófono y pluma en mano a defenderlo de sus hamponerías.
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