“Asunto de familias”

“El amor, el dinero y lo pendejo no se pueden ocultar”

 JMC

Javier Montes Camarena

Jueves 09 – Julio – 2015

Déjenme decirles que metafóricamente y no, en Colima se ventilan asuntos de familia. De la familia Anguiano, de la familia Arreola, de la familia Herrera, de la familia del crimen organizado y de la familia política priista…y, se sabe, nada lastima más que los asuntos de familia mal llevados.

La defectuosa administración anguianista que a lo largo de seis años han padecido los colimenses es peculiar. La sola denominación de los escándalos amorosos, corruptos y cínicos de estas familias revelan la degradación puesta en juego para insertarse como familias ladronas y despilfarradas  gastando el dinero del pueblo.

La familia Anguiano, en particular Mario, el Gobernador de Colima ha vivido a su anchas a costillas del erario público, ha despilfarrado los tesoros de Colima en vino, mujeres y canto, ha aumentado su capital económico, sus quereres, sus herederos, se han multiplicado sus ranchos, uno de ellos en Los Ángeles, California, varios en territorio colimense y que decir de la cuadra de finísimos caballos que suman más de 40 ejemplares.

Su imposición como Gobernador le resultó una pesadilla desde el momento mismo en que “la familia del crimen” ejecutó a su “amigo” Silverio Cavazos Ceballos, teniendo de testigo a quien hoy es su secretario General de Gobierno; luego vendrían las ejecuciones de sus asesores Javier García Morales y Saúl Adame Barreto en sendos ataques de la misma familia en contra de su Gobierno.

La manifiesta desconfianza que le tuvo el presidente Felipe Calderón y el desdén que le dispensa actualmente Enrique Peña Nieto, han hecho del sueño del Gobernador de Colima Mario Anguiano Moreno una pesadilla, colateralmente, pero aún sin cobrar fuerza, la familia Arreola puede verse en apuros.

La falta de pulcritud política, financiera, social y judicial con que el anguianismo se ha conducido a lo largo de su gestión permitió el surgimiento a una nueva familia oficial al darle poder y espacios a la familia Herrera, quienes aprovecharon el apellido para insertarse en los negocios millonarios y la corrupción del Gobierno de Colima.

Pero no sólo eso, hoy se sabe que por los rumbos de Lomas verdes en la ciudad capital la HIGA colimense (Ardica) construye una mansión de más de 10 millones de pesos para la madre de los hijos extramatrimoniales del Gobernador Anguiano Moreno.

 Si la nueva familia política del mandatario colimense ha hecho lodo en asuntos empresariales y de la construcción en aras de ampliar su patrimonio, cuantimás se aprovechó la legítima familia Anguiano en las buscas y el derroche de los dineros públicos. Menudo lío familiar.

Las circunstancias de las familias mencionadas líneas arriba es delicada por donde se le vea. Al próximo  Gobierno estatal (sea azul o rojo) le va a salir más caro el velorio que el entierro político de estas familias. A estas alturas aunque Fuente ovejuna pida sus cabezas ya no las traen puestas. En más de un sentido las familias aludidas la perdieron desde hace tiempo.

Hoy el Gobierno de Colima niega haber rentado una casa para una familia ya muy conocida y poco admirada por la sociedad de Colima, sin embargo, los hechos ciertos los delatan ya que pusieron el dinero del pueblo para sus privilegios privados, violando los estándares de conducta que cualquier funcionario público debería de respetar.

En fin, las familias Anguiano, Arreola, Herrera y la familia del crimen organizado están en urgencia de salvar el cuello. La ofensa al pueblo de Colima no es si se rentó o se alquiló un “nidito de amor” sino la suciedad, la maraña de traiciones maritales en donde el beneficio privado se enredó con las decisiones políticas.

Ojalá y los nuevos jefes de familia que llegaran el 1 de noviembre al Gobierno (sean azules o rojos) repongan el Estado de Derecho, la democracia, la decencia y la civilidad, reconociendo la hora de Colima que ya no puede aguantar otros seis años de atraso y desencuentros. Es la hora de la legalidad.

Ahí se ven.

Enlacitos:

Cartolandia: Cerca de diez mil vehículos circulan en el puerto con placas de cartón (permiso provisional), muchos de ellos vencidos lo que nos da la lectura que algo huele mal en la Delegación de Transportes de Manzanillo donde la corrupción ha sido santo y seña con la complaciente complicidad de Armando González Manzo y su socio Raúl Espinoza.

Arrepentido: Después de haberle pedido a su organización (CROC) y a la sociedad “que no votaran por el PRI ni por Nacho Peralta ni por Pico Zepeda en la pasada elección del 7 de junio pasado y ante el regaño de la Gobernadora madre por su torcida actitud el cuestionado líder croquista ya se tiró al piso diciendo en la prensa oficialista de la campaña del “asquitos” Peralta que Nachito es el único que puede reactivar el turismo. ¿No que no tronabas pistolita?

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