“Las vendettas de Nacho llegaron pronto”
Por: Javier Montes Camarena
“La opinión pública es siempre un linchamiento y un linchamiento siempre es divertido”
Riunosuke Arutawa.
Jueves 02- Julio – 2015
Déjenme decirles que la totalidad de los priistas de Colima querían sangre y reclamaban cabezas luego de que el PAN aplastó a su candidato a la Gubernatura José Ignacio Peralta Sánchez y de paso arrasó con las más importantes alcaldías (Colima, Tecomán, Manzanillo) y por si fuera poco con la mayoría de las diputaciones locales en el Congreso.
Pasaron tan sólo 20 días para que el ajuste de cuentas del “asquitos” se diera por su desastrosa debacle electoral. No se podía esperar otra cosa. Las razones son varias y variadas, traiciones, desencuentros, pleitos e incapacidad política de varios candidatos y responsables de distritos y campañas.
¿Quiénes son los primeros políticos culpables? No es ningún secreto; “la rata prieta” Nabor Ochoa del Partido Verde y el inefable ex líder priista estatal del PRI Francisco “Tamacuaz Ánzar”, muy conocidos por todos por sus estupideces, soberbias y deslealtades políticas, ambos, gente cercana por su hermandad y obediencia al mandatario Mario Anguiano Moreno quien fue quien operó las traiciones en contra del PRI.
Lo señalado líneas arriba es la primera parte de las vendettas de Nacho Peralta y del hijo del Chato Rueda, quien es la mano que mece la cuna, mismos, que ya empezaron a tirar lastre. Don Andrés Serra Rojas maestro de la Facultad de Derecho de la UNAM dice: “En política el triunfo es como el bautizo que borra los pecados”. Tratándose del PRI de Colima la cosa fue al revés: la derrota los puso en el camino de las vendettas.
De pronto a Nacho Peralta le salió lo justiciero y malandrín y por su propia mano orquestó un concilio de malos. Con esto ha empezado la decadencia moral y política de un PRI de ganapanes, ladrones, corruptos, sinvergüenzas y traidores.
Aun con la espada de Damocles sobre su cabeza, y la creciente posibilidad de que el Tribunal Electoral Federal anule la elección a Gobernador en nuestro estado por tantas trampas y chuecuras de su equipo político donde hasta los muertos votaron, Nacho Peralta a sacado sus odios y rencores para “ajustar cuentas” con los dos primeros traidores de los muchos que participaron en la derrota.
Contextualizo, las reacciones del “asquitos” Peralta en contra de “la rata prieta” quien por cierto es integrante de su círculo cercano, es parte de las “sugerencias” de su Voz-0, quien ha encontrado (no sin razón) la manera de quitarle de encima la interlocución de un político tenebroso, ladrón y corrupto que le jugó las contras al PRI y al “asquitos”.
Revisemos ahora la personalidad del “Tamacuaz”, celebridad de la inutilidad y el importamadrismo político quien desde el PRI estatal operó en contra de Peralta Sánchez obstruyéndolo, retrasando la operación política electoral y por si fuera poco convirtiendo a los diez comités municipales priistas en oficinas inoperantes y sin trabajo político lo que llevó a Nacho a una derrota inminente, sobre todo en Manzanillo donde fue vapuleado por el panista Jorge Luís Preciado con el que sostiene un litigio postelectoral donde la palabra “determinancia” jugará un interesante papel en los tribunales electorales federales para anular la elección a Gobernador, el TEPJF tendrá la última palabra.
A eso jugaron Nabor Ochoa y Francisco Ánzar, hoy, están pagando las consecuencias y la furia de Nachito. No son pocos los priistas que desde siempre traían atravesados a “la rata prieta” y al “Tamacuaz”, a ambos, los consideraban desleales, traidores y cueveros, sin embargo, no hay que olvidar que el espectáculo mediático que vamos presenciando con estas vendettas es consecuencia del “fuego amigo”.
Si bien Nacho Peralta utiliza el escarnio y el escándalo para ajustar cuentas, es al interior del PRI de Colima donde los ofendidos deben ubicar la génesis de estas muertes políticas con leña verde, mismas que se van ventilando en los medios de comunicación afines y al $ervicio de Nachito, más como fruto de filtraciones que de investigaciones periodísticas a las que incluso con gran cinismo la Gobernadora madre llamó “Justicia divina”. Así o más claro el linchamiento de Nabor Ochoa y Francisco Ánzar.
En fin, la defenestración de las diputaciones locales plurinominales de estos dos traidores tuvo el aval de los padrinos y patrones políticos de Nacho Peralta muy poderosos que ordenaron la vendetta contra estos dos enemigos visibles del peraltismo; quienes se han encargado de exhibirlos en la plaza pública.
Bien dice el viejo refranero: “Quién mata a puñaladas no puede morir a besos”. Es pregunta: ¿Quién sigue? ¿Acaso Francisco Pico Zepeda quien a mentadas de madre, amenazas y traiciones enfrentó y traicionó al “asquitos” Peralta pidiendo junto con sus amantes el voto para el panista Jorge Luís Preciado?
Ahí se ven.
Enlacitos:
Hipócrita y mentiroso: ¿Alguien con un dedo de frente avala las declaraciones del “profesor” Federico Rangel Lozano cuando se arrastra a lamer la bota diciendo que: “Nacho Peralta es la última Coca Cola en el desierto”? Vaya decadencia política de don Fede, quien hace apenas unos meses atrás hablaba pestes del “asquitos” al que consideraba una imposición del Presidente Peña.
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