“El ultrasonido del “asquitos” Peralta”

“La sospecha, como el murciélago, no vuela más que en la oscuridad”

Francis Bacon.

Jueves 18 – Junio -2015

Déjenme decirles que la vida es un eterno balance, por ello, es tiempo de evaluaciones, críticas, autocríticas y balances sobre lo acontecido en Colima en la elección para Gobernador cuya culminación fue el domingo 7 de este mes, misma que atraviesa ya por la impugnación presentada por el Partido Acción Nacional.

Nadie en sus cinco sentidos puede negar qué esta competencia fue un cochinero donde la palabra “fraude” es lo más socorrido del proceso ya que la conducta de la señora Felicitas Valladares Anguiano consejera presidenta del Instituto Electoral del Estado (IEE) fue ausente de toda integridad y transparencia. La historia de Colima la juzgará en su justa dimensión ya que nada queda oculto bajo el sol.

Pero vayamos directos al ultrasonido de Nacho Peralta hoy declarado por el IEE Gobernador electo y al que la Gobernadora madre (quien va a cobrar a precio de oro su “apoyo”) aplaude como “honesto”, aseveración muy lejana a la realidad pero, ese es tema para otra ocasión.

Allí están sus tendones, sus músculos, sus articulaciones, su atrofiado cerebro, sus lesiones. A lo largo de su campaña política y durante el debate sobre cómo obtener el triunfo; Colima ya conoce el ultrasonido del “asquitos” Nacho Peralta.

De aquí a su toma de protesta (si es que los tribunales no deciden otra cosa) el uno de noviembre las auscultaciones serán permanentes, profundas, serias ya que los signos antidemocráticos que le dieron su virtual triunfo no presentan diagnósticos buenos para la salud política de Colima ya que “Nachito” esconde tumores enquistados; huesos desgastados, linfomas extendidos, esquizofrenia crónica  y un cáncer terminal con el que tendrá que lidiar en una Gubernatura deslegitimada desde ahora.

Cierto, los astros; por órdenes de Los Pinos se alinearon favor del “asquitos” quien fue un candidato impuesto por el presidente de México más inútil e estúpido de que se tenga memoria. El escaneo sonográfico reveló que sólo necesito la orden de un solo hombre para obtener; primero, la candidatura, después y mucho antes de que la autoridad electoral lo hiciera, declararlo Gobernador para vergüenza de un país que acepta las estupideces e ilegalidades de un mandatario corrupto.

Patologías evidentes nos dicen que obtuvo el respaldo de los millonarios de Colima según la dimensión de sus ambiciones y a los cuales tendrá no sólo que obedecer sino que ambos le entrarán duro a la corrupción aunque Nachito diga que: “Llaga a la Gubernatura sin compromisos privados ni particulares”. Lo dudo, el tiempo lo pondrá en su lugar como el crónico mentiroso que es.

El envío de su tomografía descubre su musculatura corporativa, las cavidades clientelares; las superficies serviles de empresarios agachones doblegados por los futuros negocios; el líder campesino arrodillado, candidatos perdedores del PRI y legisladores plurinominales convertidos en enfermeros de cabecera, que no buscan la salud del enfermo sino vendarlo. Que no buscan devolverle la salud sino colocarlo en terapia intensiva en estado de coma como lo ha estado desde que estuvo como subsecretario de Comunicaciones donde dejó una estela de robos y corrupciones.

Nacho Peralta pasea en silla de ruedas por el hospital tricolor viendo cómo se le murieron sus “tontos útiles”; a todos les sonríe pero no sabe cómo apoyar una medida quirúrgica capaz de revigorizar al instituto político (PRI) que lo sepultó en la elección del domingo 7 y de la cual, gracias a una dama sinvergüenza y los pocos votos de los partidos verde y Alianza se le declaró vencedor en una democracia disfuncional que una vez más fue burlada.

El “asquitos” insiste en su diarrea verbal después de su imposición como “triunfador” en una cura contraproducente. Un elixir vendido como mágico que rescataría a los “zombis” priistas de sus estrepitosas derrotas electorales sin darse cuenta que con una sola cucharada “Pico” Zepeda, Alma Delia Arreola, Norma Galindo, “Pollo mocho” Sergio Sánchez, Óscar Valdovinos y Chayo Yeme los dejaría para siempre en la postración y a un paso de la eutanasia.

Hoy Peralta Sánchez pregona la cicatrización política, clase en la que estuvo reprobado ya que cuando a sus nueve “contrincantes” desde Los Pinos los descalificaron el “asquitos” dijo NO a la cicatrización política, así le anda yendo y así le va a ir porque los muertos y heridos están en su patio, basta leer sus declaraciones del 16 de junio pasado para darnos cuenta que el “asquitos” es soberbio y perverso y muy alejado de la realidad.

En fin, el ultrasonido que le hacemos a quien se dice “ganador” lo constata su enfermedad crónica,  hay anormalidades antidemocráticas y defectos congénitos en el proyecto denominado Colima; un Colima que seguirá igual o peor que con sus cómplices el ejecutado ex Gobernador Silverio Cavazos por el narco y el narcopolítico y actual mandatario Mario Anguiano Moreno al que le tapara José Ignacio Peralta Sánchez todas sus raterías y sinvergüenzadas. Al tiempo.

Ahí se ven.

Enlacitos:

Es pregunta: ¿Cuántos “periodistas” que anduvieron de apoyadores serviles de los candidatos perdedores priistas en Manzanillo andan vociferando que muchos de esos politiquillos tricolores les quedaron a deber por haber vendido la pluma y su conciencia? Son varios, basta leerlos en sus tribunas periodísticas para saber sus nombres.

Relevo: ¿Quién será el gallo que se aviente la hombrada de revivir a un muerto insepulto como lo es el CDE del PRI de Colima?  Por lo Pronto apunte a dos con oficio de enterradores: Rogelio Rueda Sánchez y Arnoldo Ochoa González. La multe chico, la muelte.

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