Una joven mujer de 22 años fue contratada en una planchaduría donde le ofrecieron un lugar para vivir y durante un tiempo le dieron buen trato, pero que después la encadenaron durante dos años, tiempo en el que la golpearon, no le dieron casi de comer y dejaron de pagarle su salario; pudo escapar y denunciar los hechos ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

La PGJDF determinó que la joven, de quien no proporcionó más datos, fue víctima del delito de trata en su modalidad de trabajos forzados, tras declarar que para que no dejara de laborar la golpeaban con una llave stilson, una piedra de molcajete y con alicatas hasta que sangraba y una vez cicatrizadas las heridas, le arrancaban las costras, ocasionándole así múltiples marcas en todo el cuerpo, aunado a que también le quemaban la espalda con la plancha.

Le daban de comer muy poco y sólo una vez al día por lo que comía el plástico con el que cubría las prendas de vestir para mitigar su hambre, lo que ocasionó que su aspecto físico aparente 14 años de edad y sus órganos internos y funciones presenten funcionamiento de una anciana de 81 años.

La PGJDF solicitó orden de cateo para el establecimiento y detuvo a cinco probables responsables quienes fueron remitidos al Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla, y al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, acusados del delito de trata de personas en su modalidad de trabajos forzados.

Fuente: Excélsior/XEU