El mayor reto que enfrentan las naciones de las Américas es la desigualdad social y se debe trabajar para disminuir esta brecha que impide alcanzar la prosperidad para la población, afirmó ayer el presidente de México, Enrique Peña Nieto durante su participación en la primera sesión plenaria de la Cumbre de las Américas en Panamá.

El mandatario admitió que la desigualdad tiene raíces ancestrales, pero también se ha visto agravada, como en todo el mundo, a partir de procesos y tecnologías que concentran riqueza y que no han venido acompañados de políticas públicas adecuadas.

“En México estamos convencidos de que la exclusión nunca es una solución. El verdadero desarrollo, por definición, debe incluir a todos.

Ante 34 jefes de Estado y el representante de la presidenta chilena, Michele Bachelet, quien fue la única que no asistió a esta reunión por la situación de emergencia que enfrenta debido a las lluvias en su país, el mandatario mexicano señaló que el proceso de transformación que se ha emprendido en México justamente tiene ese propósito: lograr mayores tasas de crecimiento, acompañadas de políticas públicas que aseguren que el desarrollo llegue a un mayor número de familias.

Reiteró que las reformas estructurales que se han concretado no sólo incrementan la productividad, también la promueven en todos los sectores y en todos los niveles.

“Estos cambios de fondo, lo mismo promueven el dinamismo económico de las ciudades, que la tecnificación del campo, el desarrollo industrial, que la actividad turística.

Convocó a seguir impulsando el diálogo político como modelo de instrumento de entendimiento que permita impulsar el bienestar de las sociedades como objetivo compartido.

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