De las 22 personas fallecidas hace casi un año en Tlatlaya, Estado de México, once fueron fusiladas, cinco murieron realizando «maniobras instintivas de defensa» y del resto se desconoce si dispararon contra los militares, confirman peritajes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) y de la Procuraduría General de la República (PGR).

Según publicación del periódico La Jornada gracias a solicitud de información pública, estudios forenses afirman que las armas de tres presuntos sicarios participantes en el enfrentamiento ocurrido en Tlatlaya con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), estaban descargadas.

Dichos peritajes arrojan que los militares realizaron por lo menos 160 disparos, mientras que las víctimas 12; asimismo que balas disparadas por los soldados impactaron 60 veces en la zona torácica de los presuntos delincuentes.

Es importante mencionar que los peritajes también refieren que los militares utilizaron un fusil al que le borraron la matrícula y otra arma de la cual no se precisó su origen; en tanto que en el área donde se presume ocurrió el enfrentamiento sólo fueron hallados 57 cartuchos; mientras que las balas disparadas por los presuntos delincuentes sólo hirieron a un militar, según las huellas de los impactos en un chaleco antibalas.

Fuente: La Jornada