- De regresar a un riesgo máximo (rojo) en el semáforo epidemiológico, el aforo sería de tan solo el 30 por ciento, lo que provocaría nuevamente una crisis económica para los propietarios del sector gastronómico
Al reconocer que el que Colima regresara al color rojo, es decir, riesgo máximo en el semáforo epidemiológico, sería catastrófico para el sector de restaurantes y de bares, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), Felipe Santana Linares, hizo un llamado pidió a los propietarios de establecimientos de venta de alimentos y bebidas a que tomen conciencia de los números de contagios por Covid 19 que hay en la entidad, cuidando las medidas sanitarias y protocolos, así como informarse sobre las funciones que no se pueden hacer.
Esto, dijo, debido a que algunos propietarios de establecimientos, no acatan las recomendaciones hechas por las autoridades de salud, principalmente en cuanto a aforo y a horario establecido; “nosotros mismos (como dueños) vemos como ponemos en riesgo al estar trabajando en un horario diferente, entonces estas nuevas medidas tienen que estar enfocadas a un piso parejo, por eso pensamos que estas medidas serán más enfocadas al comercio y cómo se comporta”.
“No solo es un llamado a la conciencia, sino que hay que buscar esas medidas sanitarias que mantengan este piso parejo, ya que nos quejamos de porque unos sí y otros no”, precisó.
Felipe Santana reiteró el llamado a los empresarios de este sector gastronómico, así como a las autoridades estatales a poner mayor atención en los negocios que no cumplen con los protocolos establecidos, “el mensaje tiene que ser diferente y la forma de llegar tiene que ser diferente, y también nosotros como encargados de los negocios tenemos que poner de nuestra parte para que esto empiece a bajar”.
Advirtió que, si la situación empeoro y “esto pasa a semáforo rojo, que ya traemos los números para este semáforo, vamos a ir al 30 por ciento del aforo donde los restaurantes van a ser inoperables, vamos a regresar a cuando, en vez de tener 10 mesas, teníamos 3, entonces qué haremos con los colaboradores que tenemos trabajando, cuántos vamos a tener que despedir”, subrayó.
“No nos interesa llegar a un fin de año jodido en donde no tengamos para pagar el bono a colaboradores o para no poder salir adelante con los proveedores, muchos de los restauranteros estamos en buro de créditos con los pagos atorados, entonces es una forma de seguir trabajando y seguir asomando el cuello en esta batalla, no solo por el Covid-19 si no también con la situación de los pagos de gobierno del estado donde no ha llegado su pago y nos afecta también”.
