“Hoy que enfrentamos nuevos desafíos tan complejos como la seguridad
pública, la procuración de justicia y la estabilidad financiera del
Estado, podemos encontrar inspiración en la obra de los estadistas y
legisladores que formularon el sueño de nuestra entidad. Al honrarlos
estamos mirándonos en el espejo de la historia, lucharemos por
mantenernos a su altura”, expresó el Gobernador Ignacio Peralta Sánchez,
al participar en la Sesión Solemne en la que se conmemoró el 160
aniversario de la instalación de la Primera Legislatura Local.
Peralta Sánchez reflexionó sobre la importancia del estudio de la
historia, pues al revisar los precedentes se profundiza el análisis de
nuestra circunstancia y en las posibilidades que se abren hacia nuestro
devenir; “mirar el pasado no es eludir nuestro presente, al contrario,
es entenderlo mejor”, agregó el Mandatario, quien dijo que una sociedad
que se mantiene atenta a su pasado incrementa su capacidad electiva y
alcanza una mayor solidez en su toma de decisiones.
“Las sociedades que le dan la espalda a su historia pierden el dominio
de su propio destino y quedan expuestas a todos los cambios de
circunstancia. Es cierto que la historia es la maestra del buen gobierno
y de la eficiencia en las instituciones, pero también de la conducción
acertada de la propia vida. Sólo mediante el estudio de la historia y el
ejercicio de contraste entre lo que fuimos y lo que somos, es posible
construir nuevas oportunidades para el esfuerzo individual y colectivo”,
manifestó Peralta Sánchez.
El titular del Ejecutivo indicó que los colimenses integran una sociedad
celosa de su historia, aman recorrer su trayectoria y saben honrar a
quienes impulsaron la vida institucional de la entidad.
“Una parte vital de la historia la constituye nuestra evolución
legislativa y el propio registro congresional. En ese contexto, la
Primera Legislatura inicia un camino que se prolonga hasta nuestros
días, correspondiéndole el honor de aprobar el proyecto de la
Constitución Política del Estado, correspondiente a la era liberal de
México”, señaló el Gobernador.
Llamó a no olvidar que la mitad del siglo 19 fue una época de
confrontación, donde la sociedad viviría algunos de los conflictos más
agudos: la pugna entre liberales y conservadores, entre republicanos y
monarquistas, entre fuerzas nacionales y ejércitos invasores; se trató
de una década agitada que sólo se resolvería hasta 1867, con el triunfo
del movimiento encabezado por Juárez.
En tanto, el Diputado Francisco Javier Ceballos Galindo, presidente de
la Mesa Directiva del Poder Legislativo, dijo que la Primera Legislatura
le tocó iniciar con la inestabilidad social, política y económica de
aquellos tiempos, provocada por la lucha entre liberales y
conservadores, “marcando así la historia de nuestro Estado, la cual se
ha venido forjando a lo largo de estas 58 Legislaturas, todas ellas con
sus peculiaridades, con integraciones diferentes”.
Puntualizó que desde entonces, la vida democrática del Estado se ha
fortalecido día a día, con algunos altibajos que fueron provocados por
la inestabilidad del momento en aquella época, ya que se transitaba de
un sistema conservador a un sistema liberal, en el cual Estado e Iglesia
ya no eran uno mismo.
Ceballos Galindo expresó que todos esos hechos fortalecen la identidad y
la cultura de nuestra sociedad, por ello, “es importante que
reconozcamos y conmemoremos los hechos que han sido trascendentes en la
vida de nuestra comunidad, como lo hacemos hoy”.
Por su parte, el Cronista Legislativo Rafael Tortajada Rodríguez, hizo
una remembranza histórica del nacimiento y desarrollo de la actividad
legislativa en la entidad, recordando que en 1824, cuando la lucha por
la Independencia de México había terminado, se formó el primer Congreso
netamente nacionalista y en el templo de San Pedro y San Pablo de la
Ciudad de México se promulgó la Constitución Nacionalista.
Tras su repaso histórico, Tortajada concluyó asegurando que Colima se
abre paso a través de la historia formando parte de la Federación de
Estados que integran la República Mexicana, desde luego con las
características de todos los demás: libre y soberano.
