Detroit. Una boyante Hillary Clinton prometió el lunes darle a los estadounidenses “algo para votar, no sólo algo para votar en contra”, pero dejó claro que los demócratas ven una nueva oportunidad para ejercer nueva presiones contra el republicano Donald Trump en las últimas cuatro semanas de la contienda electoral.
Montada en la cresta de la ola mientras los republicanos se hundieron en una crisis interna histórica sobre el comportamiento de Trump, Clinton entró en el cinturón industrial (Rust Belt) del país, comprometiéndose a impulsar un “renacimiento” de la manufactura avanzada y criticando fuertemente el compromiso de Trump con los trabajadores de cuello azul.
En su primer acto de campaña tras el segundo debate del domingo Clinton reconoció la fealdad del enfrentamiento con Trump, diciéndole a una multitud entusiasta de 3,500 personas: “Apuesto a que no han visto algo así antes”, dijo.
Mientras realizaba su campaña en Michigan, donde la posición alguna vez prometedora de Trump ya se había convertido en una posibilidad muy remota antes de la revelación de los comentarios lascivos que el magnate republicano hizo acerca de las mujeres, Clinton instó a los votantes a no dejar que el disgusto por las políticas feas los desalienten de participar.
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“Eso es lo que el otro quiere que sientas: ‘no voy a votar porque es sumamente desagradable’”, le dijo a su audiencia en la Universidad Estatal de Wayne. “Ésa es la razón principal para votar, para que quede claro que no vamos a aguantar ese tipo de actitud”.
No mencionó la brecha entre los republicanos, cuyo reflejo más evidente fue el anuncio del lunes del presidente de la Cámara, Paul Ryan, quien dijo que dejará de hacer campaña o defender al candidato presidencial de su partido. Eso se interpretó como una oferta de amnistía para los republicanos que han decidido romper vínculos con Trump o mantener su distancia.
Varias docenas de republicanos a niveles estatal y nacional han denunciado a Trump o le han rescindido el apoyo desde que los comentarios del video con los que Trump se describe forzándose sexualmente hacia las mujeres fueron reportados por primera vez por The Washington Post el viernes 7 de octubre.
“Donald Trump pasó su tiempo atacando cuando debería de haberse disculpado”, dijo Clinton, en un debate en el que Trump intentó resurgir las acusaciones de conducta sexual del presidente Bill Clinton; llamó a Hillary “el diablo” y sugirió que debería ser encarcelada si es elegido presidente.
Trump señaló el lunes que continuará con la postura combativa que mostró en el debate del domingo. Atacó a Ryan en Twitter, escribiendo que el presidente de la Cámara debe “pasar más tiempo equilibrando el presupuesto, el empleo y la inmigración ilegal, no perdiendo el tiempo luchando contra el candidato republicano”. Ryan dijo a los republicanos de la Cámara que no hará campaña con Trump o que lo defenderá.
En un mitin el lunes por la tarde en Ambridge, Pennsylvania, Trump continuó atacando a Clinton sobre las indiscreciones maritales de su marido, citando acusaciones de irregularidades sexuales contra el expresidente, mientras rechazaba intensas críticas sobre su propio tratamiento de las mujeres.
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“Como indiqué ayer por la noche, Bill Clinton fue el peor abusador de mujeres que ha estado en la oficina oval. Era un depredador sexual”, dijo Trump. “Durante décadas Hillary Clinton ha estado familiarizada con el comportamiento depredador de su marido y, en lugar de tratar de detenerlo, hizo posible que él tomará aun más ventaja de las mujeres”.
Clinton se impuso con dos dígitos de ventaja en la primera encuesta nacional desde que The Washington Post informó el viernes sobre la grabación de Trump.
El sondeo de NBC-Wall Street Journal muestra a Clinton con 14 puntos de ventaja sobre Trump en una carrera de dos vías y 11 puntos de ventaja en la contienda con los otros candidatos que no pueden competir en todos los estados.
El promedio de las recientes encuestas de RealClearPolitics muestra una modesta brecha de seis puntos, pero sigue siendo un margen más grande que muchos estrategas de Clinton y sus aliados habían predicho con menos de 30 días antes de las elecciones y con muchos estados que ya permiten la votación temprana.
“Hay mucho trabajo por hacer”, dijo Clinton. “Es momento de unirnos en estos últimos 29 días. Tenemos que hacer que las cosas buenas lleguen a América, y creo eso con todo mi corazón”.
Clinton instó a los votantes de Michigan a registrarse antes de la fecha límite. Más tarde se dirigió a unas 18,500 personas en lo que parecía ser el mayor acto de su campaña en el campus de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus. La carrera ha sido un empate en Ohio, donde Trump ha perdido una ventaja, que parecía cómoda, de aproximadamente cinco puntos hace tan sólo dos semanas. El promedio de RealClearPolitics tiene ahora a Clinton por delante por medio punto porcentual.
A modo de referencia, Ohio es considerado el segundo estado más duro en la contienda que Clinton necesita ganar, después de Iowa, donde Trump sigue a la cabeza.
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Un oficial de la campaña de Clinton dijo que es poco probable que el hundimiento de las fortunas de Trump cambie cualquier elemento fundamental de la estrategia de Clinton, que se basa en conseguir el éxito en siete estados clave en disputa más allá de aquellos en los que tiene asegurada la victoria.
Pero, mientras Trump pierde más apoyo de los republicanos, la campaña de Clinton ha lanzado una serie de anuncios de televisión tratando de convencer a los votantes republicanos de sumarse con la demócrata en noviembre.
Los cuatro anuncios tratan de resaltar las diferentes preocupaciones sobre Trump, con los testimonios de los votantes republicanos en cuanto a por qué creen que no está calificado para ser presidente.
Los nuevos spots presentan a un exfuncionario de la administración de Reagan, una madre republicana con un niño autista, un veterano del ejército y un exfuncionario del Partido Republicano.
A pesar de que el impulso para atraer a los republicanos comenzó hace meses, los asesores de Clinton ven una abertura más grande a raíz del comportamiento desigual de Trump en el primer debate presidencial y la condena generalizada de sus comentarios grabados.
Sus asesores dijeron que los nuevos anuncios de 30 segundos se están transmitiendo como parte de una campaña nacional de cable y de las campañas publicitarias existentes en Florida, Iowa, Nevada, Carolina del Norte, Ohio y Pennsylvania.
La campaña de Clinton ve una oportunidad para reforzar el apoyo entre los hombres blancos de la clase trabajadora —la circunscripción más fuerte de Trump. Y eso incluye a los republicanos.
“Estamos ganando cada vez más y más apoyo, no sólo de los demócratas sino de los independientes y los republicanos”, aseguró.
Hace unas semanas, se enfrentó a los pronósticos adversos con los votantes blancos de clase trabajadora en el medio oeste industrial y otros lugares. Las encuestas han mostrado a los votantes blancos sin título universitario inclinándose fuertemente hacia Trump —al tiempo que albergan una profunda animosidad hacia Clinton, la ex primera dama, senadora por Nueva York y secretaria de Estado—.
Mientras Bill Clinton recorría en autobús el Ohio de la clase trabajadora, Hillary Clinton se centró en un tema que su campaña piensa que podría socavar el atractivo de Trump hacia la clase trabajadora aquí y en otros estados que han derramado trabajos manufactura: los informes de que el desarrollador de bienes raíces utilizó acero chino para proyectos de construcción en lugar de adquirirlo de empresas del Rust Belt estadounidense.
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“China ha estado descargando acero barato en nuestros mercados durante demasiado tiempo”, dijo Clinton. “Cuando gente como Donald Trump compra, se mata un buen empleo… ¿Cómo puede Trump ver a estos trabajadores a los ojos? ¿Cómo se jactan de sus grandes edificios altos cuando le está quitando empleos a los trabajadores estadounidenses?”.
Durante el transcurso del mitin Clinton también se comprometió a fomentar la creación de puestos de trabajo de manufactura avanzada, incluso en “energía limpia” y tratar “temas de mesa que mantiene a las familias despiertas por la noche”. También recordó a la multitud su apoyo al rescate de la industria automotriz del presidente Obama.
“Sabemos quién es Donald Trump, pero la verdadera pregunta para nosotros es: quiénes somos nosotros?”, dijo Clinton. “Yo diría que no somos como él”.





