Una adolescente estudiante de segundo grado de la Escuela Secundaria  Técnica número 12, del municipio de Minatitlán, murió luego de que docentes del plantel no la asistieron cuando empezó a sentirse mal y sólo cuando se agravó su estado de salud la trasladaron al centro de salud de la localidad, donde perdió la vida.

Huérfana de padre y madre, la estudiante vivía con unos tíos en una comunidad cercana al Poblado de Peña Colorada y tras el deceso su cuerpo fue llevado a Tuxpan, Jalisco, donde la sepultaron.

Aunque en Minatitlán se ha hablado poco del asunto, diversos testigos de los hechos narraron a Avanzada que por su situación familiar la adolescente padecía periodos de depresión.

El día de su muerte varias de las alumnas notaron visiblemente afectado el estado de salud de su compañera y le avisaron a la directora que su amiga necesitaba ayuda, ésta sólo dijo que estaba haciendo “un berrinche” y fue hasta que empezó a convulsionar cuando la responsable de la escuela secundaria tomó en serio las cosas, pero ya era demasiado tarde.

De acuerdo con el diputado federal José Angelino Caamal Mena, del partido Nueva Alianza, en México los accidentes generados en centros educativos conforman una de las tres principales causas de muerte entre menores de edad y, a pesar de ello, las escuelas no cuentan con médicos o especialistas que auxilien en incidentes que provocan daños físicos o lesiones extremas a los alumnos.

Ante esto, el legislador promovió en agosto pasado un punto de acuerdo por el que se exhortó a la Secretaría de Educación Pública y a las autoridades del ramo de las entidades federativas, para que los estudiantes que cursen educación pública obligatoria cuenten con un seguro contra accidentes.

Según planteó, la aplicación nacional de este servicio beneficiaría a más de 6 millones 727 mil alumnos de nivel preescolar; 13 millones 560 mil estudiantes de primaria; 6 millones 814 mil, de nivel secundaria; y 6 millones 730 mil del nivel medio superior, aproximadamente.

Precisó que la Ley General de Educación, en su artículo 42, establece que en la impartición de educación para menores de edad se tomarán medidas que aseguren al educando la protección y el cuidado necesarios para preservar su integridad física, por lo que así “estaría garantizada la cobertura nacional de un seguro escolar contra accidentes”.

Por otra parte, hace un año murió un niño en el centro de salud de Cuauhtémoc por la carencia de un medicamento para controlar el asma y por la falta de personal para operar una ambulancia que lo trasladara a la ciudad de Colima.

Aunque en este caso no intervino personal de ningún centro escolar, sí llamó la atención en su momento porque se trató de una consecuencia trágica del desabasto de medicamentos en hospitales y centros de salud del estado, que había sido denunciado a lo largo de todo el sexenio anterior.

Con información de Diario Avanzada.