El rector de la Universidad de Colima, Christian Torres Ortiz Zermeño, calificó como difícil la situación económica y financiera por la que atraviesa la Máxima Casa de Estudios, por lo que se trabaja, indicó, de manera austera y con transparencia.
Explicó que derivado del recorte de apoyos federales con los que antes se contaba y la disminución, derivado de la pandemia, de ingresos propios, se está haciendo un esfuerzo para que la Universidad continúe transitando de la mejor manera y otorgando los servicios necesarios e indispensables.
Mencionó que se tiene un presupuesto anual de 2 mil millones de pesos, en donde reiteró, proviene de recursos federales, estatales y propios. Reconociendo que tanto el presupuesto federal como el estatal ha estado llegando en tiempo y forma.
Señaló que esta situación difícil, no es exclusiva de la Universidad de Colima, sino una problemática que enfrentan, por ahora, la totalidad de las instituciones universitarias públicas en todo el país.
“No es una situación sencilla, esperemos que la pandemia nos dé una tregua general y que haya una recuperación económica de la actividad en lo generales en el país, porque eso podría ser una buena noticia para nosotros, saben que el presupuesto de egresos de este año tuvo muchas restricciones derivado de los estragos económicos que generó la pandemia en el 2020 y eso también nos impactó a nosotros”, indicó.
Referente a los ingresos propios, Torres Ortiz Zermeño, puntualizó que estos han tenido una disminución considerable, pues muchos de los servicios que la Universidad presta de manera regular, por la pandemia se tienen cerrados y con ello el recorte de ingresos.
Los ingresos propios, advirtió el rector, no solo se pueden focalizar en lo que la Universidad de Colima recibe de inscripción del alumnado, si también son asesorías, consultorías y capacitación.
“Por ejemplo estamos colaborando, trabajando, en algunos de los grandes proyectos que se están desarrollando en Manzanillo, porque necesitan grupo de especialistas que hagan cierto tipo de estudios, la universidad los tiene y son servicios que se pueden cobrar; la capacitación, ahora en tiempos de pandemia la capacitación ha cobrado un auge muy importante y diría que es más sencilla la capacitación de manera virtual que de manera presencial”, comentó.
De los que por el momento no están recibiendo, subrayó, son porque depende de la actividad presencial de la Universidad, como es la renta de inmuebles (teatro Universitario, auditorios), que estén funcionando las cafeterías que tiene ingresos, entonces todos esos ingresos están detenidos por no haber actividad presencial y por medidas sanitarias y eso reiteró, merma las finanzas universitarias.
Finalmente, expuso que si el 2021 tiene una actividad económica más alentadora, seguramente el presupuesto para educación 2022 será más alentador también para las instituciones de educación superior.
