Por: Horacio Archundia
LAS «LLAMADAS DE ROSY». La formidable embestida que en contra de la Diputada Rosy Bayardo enderezaron sus detractores ha incluido de todo. Por ejemplo, «alguien» pagó a una empresa -cuyo nombre y ubicación ya investigan las autoridades-, para que en nombre de la legisladora porteña haga llamadas pidiendo opinión sobre ella o preguntando si la conocen, si la respaldan, etcétera. Las llamadas, a todas luces hechas con el fin de incomodar y molestar al electorado, se realizan a altas horas de la noche, generando un justo descontento entre los ciudadanos. Pues bien: Esas llamadas no las contrató la diputada Bayardo. Son parte de la guerra sucia de «alguien» que quiere evitar a toda costa que la diputada sea candidata a la presidencia municipal. Ya en un video ella misma ha desmentido esas llamadas y ha alertado a la población de que se trata de llamadas apócrifas, pagadas por quien se siente desplazada y superada por Rosy Bayardo en el ánimo de la gente. Es decir: Tajantemente se deslinda Rosy Bayardo de esas llamadas que pretenden generarle repudio de los manzanillenses.
No cabe duda que alguien desesperado recurre a cualquier estrategia torcida para denostar y afectar a su contrincante. Lástima de recursos invertidos en provocar rechazo contra quien evidentemente es más decente en esta justa electoral. Esta guerra sucia podría venir desde dentro de las filas de la mismísima 4T o desde la perversidad e inmundicia de algunos sujetos que se hacen pasar por periodistas y se dedican a la vulgar extorsión, como tiene ya plenamente identificados a varios la diputada quien presentará en breve una denuncia ante la Fiscalía del Estado. Por ahora, Rosy Bayardo ha aclarado que esas llamadas que se hacen a deshoras de la noche y a todas horas del día buscando «promoverla» no las contrató ni las pagaron ella ni su equipo, y se hacen con toda la mala intención de provocarle la reprobación de los manzanillenses.
JORGE LUIS. «Caballo que alcanza gana», dice el viejo refrán que podemos aplicar en el caso del diputado Jorge Luis Preciado, candidato de la alianza PAN/PRI/PRD. En apenas dos semanas el legislador panista se convirtió en noticia y en el contrincante más serio de quien resulte candidata de Morena a la presidencia municipal. En la última semana, por ejemplo, se puso al parejo frente a todos los aspirantes que vieron sorprendidos como el hábil legislador será su contrincante. Jorge Luis Preciado podrá ser acusado de lo que sea, -inventándole hasta delitos y sinvergüenzadas que son producto de leyendas urbanas y de individuos fantasiosos de lo malo-, pero nadie puede decir de él que es incapaz, que es ignorante o impreparado.
Podrá decirse que es un bribón -¿Alguien tiene pruebas fehacientes de cuanto se le acusa, por cierto?-, pero nadie podrá decir que es un improvisado. Tampoco pueden acusarlo de forastero, porque para quienes no lo saben vivió en Manzanillo toda su adolescencia -en La Pedregosa-, y tiene casa en Manzanillo desde hace casi diez años.
Es decir: Si creían que su candidatura es una ocurrencia se equivocaron. Los demás partidos tienen enfrente a un contrincante que aguerrido, preparado, con experiencia y atrevidísimo que, conociéndolo, intuimos no se va a dejar ganar tan fácilmente. Ya por ahí, -dicen-, ha lanzado su primer gran grito de guerra: «No vine a ser regidor, sino a trabajar de la mano de la próxima regidora Griselda Martínez o de quien sea candidata de Morena». Con Jorge Luis se las van a ver difíciles y si consigue convencer al electorado con la pericia y la sagacidad que lo caracterizan, les va a ganar. Al tiempo.
EL PT, EL SUICIDIO POLÍTICO. Es claro que el Senador Joel Padilla se encuentra en una terrible disyuntiva: Seguir andando hacia el despeñadero político registrando como candidata a gobernadora a una mujer completamente desconocida o sumarse de facto al comenzar la campaña a otro proyecto político. Nos dicen que Aurora Cruz, la candidata de ese partido a la gubernatura es una profesionista seria, estudiosa, decente. ¡Y claro que no lo dudamos! Nos aseguran que se trata de una mujer honesta e intachable. ¡Y desde luego que debe serlo! Pero eso no garantiza votos y el senador lo sabe. Es una desconocida y en nuestros días, en una elección, en una campaña electoral, los candidatos de un partido deben ser identificados por la gente. Si creen que por lo sucedido en 2018 en que la «ola» electoral que encabezó el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador benefició a muchos desconocidos, a dos que tres lacras y delincuentes, a muchos impreparados e incapaces y a una jauría de inútiles pero rijosos, esta vez será igual, se equivocan. Ya la gente los identifica y no será tan sencillo ganar la elección. Con esto no queremos decir que la señora Aurora Cruz sea una delincuente ni deshonesta. ¡Por supuesto que no! Pero sí que es alguien a quien prácticamente nadie conoce y eso en materia electoral, tres años después de aquel golpe de suerte, es una inconsecuencia. Es decir: Lo único que tienen garantizado con su candidata es la derrota. El único camino que les queda entonces es la negociación: Retirar la candidatura y sumarse en los hechos a otro proyecto. Queda acreditado que el senador Padilla, bajo la nefasta influencia de su señora esposa, al parecer verdadera dueña de la franquicia del PT en Colima, se perdió en su soberbia y así lo perderá todo.
POR HOY, BUEN DÍA.





