El gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, reconoció ante los integrantes de la Segunda Comisión de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública de la Comisión Permanente que el conflicto magisterial de la Sección 22 en el estado, ha rebasado con mucho los recursos financieros y logísticos del gobierno estatal.
“Se trata de un esquema de apropiación de las estructuras educativas del estado, apuntalado por una membresía sindical integrada por más de 83 mil trabajadores cuya capacidad de movilización ha superado los mecanismos de contención y control de los gobiernos”, destacó.
Gabino Cué, acudió ayer al Senado de la República donde fue invitado por la segunda Comisión de la Comisión Permanente para explicar la situación que guarda la educación en esa entidad, que es el estado peor calificado en materia educativa y donde las múltiples manifestaciones de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), dejan continuamente a los niños sin clases.
El mandatario argumentó que la principal razón que ha impedido implementar con rapidez la Reforma Educativa en Oaxaca es el control que tienen los trabajadores de la Sección 22 de la estructura educativa del estado desde hace 23 años.
«A pesar de la complejidad de nuestra circunstancia, preciso a esta soberanía que la Reforma Educativa en Oaxaca avanza y no se detendrá», puntualizó Gabino Cué, gobernador de Oaxaca.
En la reunión intergubernamental sobre la implementación de la Reforma Educativa con legisladores, el mandatario oaxaqueño fue cuestionado por los mismos.
«Yo le pregunto, ¿por qué tanta consideración y tanta deferencia a que se estén brincando todos los días lo que dice la ley?», cuestionó Esther Quintana Salinas, diputada del Partido Acción Nacional (PAN).
Gabino Cué justificó que Oaxaca solo tiene tres mil policías.
«No es porque el gobernador sea ineficiente o tolerante, para la aplicación de las leyes hay que entender también las realidades y las capacidades que los estados tenemos», respondió el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué.
Fuente: Excélsior






