ENLACE MANZANILLO

Manzanillo en buenas manos

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Javier Montes Camarena

No hay más que la victoria…cualquier otro resultado implica perder todo.

                                                                                             Sir Winston Churchill.

 

Lunes 8 de junio – 2015

Déjenme decirles que finalmente triunfó la democracia y con ella Gaby Benavides del Partido Acción Nacional, así, los manzanillenses a partir del jueves 15 de octubre tendrán los próximos tres años una presidenta municipal de 10.

Los porteños supieron elegir, supieron acudir con alegría a votar, supieron darle rumbo al futuro del municipio más grande del estado; no se equivocaron y pusieron a “Manzanillo en buenas manos”.

El aspecto luminoso del triunfo electoral del 2015 de Gabriela Benavides Cobos coloca a la ciudadanía ante varios proyectos que sin duda subrayarán un nuevo estilo de hacer política ya que la continuidad del panismo en la comuna porteña sin duda confirmarán a un gobierno cercano a la gente debido a la generosidad política de una mujer que logró reponerse a las incertidumbres que se le presentaron.

Gaby Benavides no debe precipitarse a sumar al candidato perdedor del PRI, Partido Verde y Nueva Alianza, sobre todo, cuando por cuenta propia del derrotado corrieron los lances fuertes y agresiones estúpidas.

Desde la parte escenográfica, se entiende que al final de una contienda electoral los derrotados levanten el brazo de la ganadora como si nada hubiera pasado. Pero agotada la fiesta, el triunfador (en este caso Gaby Benavides) debe convalidar su victoria mostrando mando y liderazgo en la toma de decisiones para mostrarse como la cabeza del grupo hegemónico que desde hoy lidera.

Como toda lucha, la lucha por el poder no admite la menor tregua ante el adversario, la menor complacencia por el vencido. La victoria debe ser total, completa y absoluta para llevar al contrincante al rincón de las minorías. Así es la política.

Ciertamente la generosidad en la victoria será sin duda alguna parte de la operación cicatriz, Gaby es una mujer sin rencores, toda una profesional que hará de su virtud política una estrategia donde su oficio político exigirá templanza para administrarla pero, que quede claro, que esa generosidad no se confunda con debilidad.

Gaby Benavides se alzó con un triunfo en la contienda inobjetable, diáfano, contundente; de bandera, los manzanillenses no dudaron en votar por ella. Sin embargo, la candidata electa tiene en frente un asunto (que no problema) que debe resolver con respecto al virgilismo, enigma misterioso, que sin entrar a especular, la triunfadora Benavides; debe diferenciar presentándose como la nueva jefa política del municipio, sin que esto demerite la fortaleza política de su hacedor quien no sólo la encumbró políticamente sino que la encaminó al triunfo, no reconocerlo sería un grave error.

120 días son los que separan a la ganadora de la alcaldía porteña de su responsabilidad en Juárez 100, Gaby Benavides sabe que desde ya está frente a su propia evaluación; sabe que hay que actuar rápido, con inteligencia y mesura ya que el reto es monumental y, en esta circunstancia poner manos a la obra desde ahora es lo más recomendable.

Las actitudes cuentan y Gaby es una mujer de actitudes. En ella hay optimismo para creer en algo mejor y construir con razón y determinación, los caminos elegidos por la panista triunfadora conducen al futuro y afortunadamente, lo confirmamos en la elección de este domingo 7 de junio, hay suficientes reservas de esperanza porque a lo largo y ancho de nuestro municipio existen muchas soluciones a nuestros problemas.

Ganó Gaby Benavides, ganó el PAN pero, quien más ganó fue Manzanillo.

Hoy, la “muerta que vos matáis”, aquella que un candidato deschavetado y padrote habéis dado por muerta y, más allá del dislate gramatical de don José Zorrilla, pues nadie mata a los muertos y menos podrían estos de gozar de cabal salud, la frase del famosísimo Don Juan tenorio se ha ido extendiendo casi como sinónimo de empeño fallido, de falsa atribución y de amplitud ridícula de quien no supo ser ni siquiera un regular candidato.

Ganó Manzanillo.

Ahí se ven.

Enlacitos:

Daños colaterales: Sin duda esta elección nos ha dejado a muchos huérfanos políticos; razón por la cual se impone hacer el recuento de los daños.

Feliz inicio de semana.

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