México se convirtió en el principal socio de Corea del Sur en América Latina, pero tiene el reto de comprender lo que es y ha sido esa nación asiática, dijo el embajador mexicano en Seúl, José Luis Bernal.
Según el diplomático la relación registra un gran desarrollo en todos los niveles, del turismo a la cultura y el comercio.
Anotó que algunos creen que hace falta un acuerdo de libre comercio, pero subrayó que por lo pronto “no hay acuerdo, pero si libre comercio”.
En ese sentido señaló que México ha estado concentrado en la negociación del acuerdo Transpacífico, que ya casi está concluido aunque aún debe ser aprobado.
“Sabemos que una vez que se termine esa negociación Corea va a pedir ser parte y México va a apoyar, desde luego”, dijo.
El acelerado crecimiento de la relación económica se refleja en el establecimiento de empresas en México, en sitios que van de ciudades fronterizas como Tijuana, Reynosa o Ciudad Juárez, a la región central y el Bajío, como Querétaro y Guanajuato.
Hasta hace poco Brasil era la principal contraparte latinoamericana para Corea del Sur, pero ya no es el caso. “Ahora es México en comercio, en inversiones, en intercambios, en presencias; y yo creo que México tiene que capitalizar más. Por eso el reto nuestro es ver qué pasa aquí”, añadió.
En ese sentido se congratuló del sostenido ritmo de visitas de empresarios y funcionarios de economía y desarrollo mexicanos con interés en vincularse con sus contrapartes de Corea.
Por lo pronto, el comercio bilateral asciende a unos 16 mil millones de dólares, que parecen poco si se compara por ejemplo con el comercio México-Estados Unidos o el de Sudcorea y Australia, pero que es similar al intercambio con un socio tradicional, como Alemania.
La información es tanto más importante por cuanto según Bernal hay ahora unas 900 empresas japonesas y unas 800 alemanas establecidas en México.
“De Corea ya son 1,600 empresas. Y la más grandes de Corea, o sea que son las más competitivas. Samsung es la tercera empresa a nivel mundial, y tiene dos grandes plantas en México. LG tiene la mayor planta de producción de electrodomésticos de las Américas en México”, precisó.
El ejemplo más reciente es el de la automotriz KIA, que en marzo anunció la inversión de tres mil millones de dólares en una planta automotriz en Nuevo Leon.
De hecho, la fábrica misma representa 1,500 millones, y las empresas proveedoras que la acompañan invertirán otros 1,500, precisó el diplomático mexicano.
En conjunto, agregó, eso implica que Corea del Sur se convirtió ya en el sexto socio comercial de México en el mundo y uno que crece rápidamente.
La diferencia, señaló, es que gran parte de ese comercio se dedica a compras de insumos industriales que a su vez son usados para generar exportaciones.
“Estamos abriendo sectores nuevos como la operación de puertos, logística, la generación de nueva capacidad de producción de barcos, algunos astilleros que se quieren recuperar en México”, indicó el diplomático al subrayar que el intercambio económico ha sido acompañado también por el técnico y el educativo.
El número de estudiantes mexicanos que llegan a Corea del Sur para estudiar aunque sea por un semestre saltó de 120 a 300 en 2014 y una cifra similar en 2015.
“Hay ingeniería, pero también hay temas nuevos como la formación de especialidades en cooperación internacional, un tema en el que Corea tiene mucho que ofrecer”, dijo.
En turismo, el año pasado hubo apenas 90 mil turistas coreanos que visitaron México, pero es un mercado que crece a ritmo de 20 o 25 por ciento anual sin que haya hasta ahora vuelos directos.
“El reto principal es ¿cómo interiorizarnos en México viviendo de lo que representa esta oportunidad? No es sólo una oportunidad de personas, es una oportunidad del país. ¿Cómo la aprovechamos para sacarle más?”, afirmó.
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