Abandono crea niños violentos

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Un adolescente de 15 años mató a puñaladas a la directora de la Casa Hogar que lo alojó por tres años en San Luis Potosí. Sólo tres días después, dos adolescentes de 16 y 17 años asfixiaron a una niña de 13 años en Aguascalientes. Una semana antes, en Chihuahua, “jugando al secuestro”, cinco menores de edad ya habían torturado y asesinado a un pequeño de seis años.

Se trata de historias reales que ocurrieron en menos de un mes y que evidencian, a decir de los expertos, a una infancia abandonada por el Estado que está creciendo en soledad, en un México que les es inapropiado para poder vivir en paz.

Pero no sólo eso, hablan de toda una generación que ve a la violencia como algo natural. Son los síntomas de una profunda descomposición social. De una generación entera en riesgo.

Siete de cada 10 familias tuvieron que decidir, por ejemplo, no dejar salir a sus hijos a la calle, por la omisión del Estado de garantizarles la mínima seguridad.

Para Carmen Gabriela Ruiz Serrano, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), urge una política integral encaminada a fortalecer los espacios familiares, lo que, de entrada, implica la necesidad generar empleos con salarios dignos para conciliar la vida laboral y familiar.

Para los expertos, uno de los puntos clave en este escenario es consolidar el tan anhelado sistema nacional de protección y promoción de derechos de la infancia que permita asociar variables tan básicas como preguntarse qué pasó con un niño que dejó de ir a la escuela.

Coinciden, además, en que debe desmontarse la idea de venganza en contra de los adolescentes que han cometido un crimen, porque esto habla de una doble moral, de una sociedad que quiere castigar con mano dura lo que no fue capaz de prevenir.

Mario Luis Fuentes, de CEIDAS resume: “Hay que tener cuidado en este asunto de querer aplicar la ley del ‘ojo por ojo’ porque, como lo decía Gandhi, en algún momento todos estaremos ciegos”.

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