El gobierno de Sonora, así como las autoridades de siete municipios, decidieron posponer una semana el inicio de clases en 88 escuelas de la región, por su cercanía con el paso del río en el que la mina de Grupo México derramó 40 mil litros de ácido sulfúrico.
La Secretaría de Educación y Cultura del Estado (SEC) informó que se retrasaría el inicio de clases en los municipios de Arizpe, Banámichi, Huépac, San Felipe, Aconchi, Baviácora y Ures, como medida preventiva acordada con autoridades municipales y de Protección Civil para salvaguardar la salud de los estudiantes.
En tanto, el Secretario de Gobierno, Roberto Romero López, se reunió ayer con los alcaldes de los siete municipios colindantes al Río Sonora y Protección Civil para tomar esta medida que afectará a 5 mil 806 alumnos, cuyos centros educativos no cuentan con un suministro de agua adecuado.
“Esta decisión se tomó como medida preventiva en tanto Conagua [Comisión Nacional del Agua] concluye los análisis de calidad del agua en los pozos que abastecen a las comunidades afectadas”, dijo Romero López a la prensa local.
Por su parte, la Conagua informó que de las muestras analizadas en la presa Rodolfo Félix Valdés “El Molinito” se obtuvieron resultados que indican que el 95% de los metales encontrados están dentro de la norma. “Estos últimos resultados pudieran tener variaciones en las próximas horas y/o días, por lo que la Conagua no levantará la restricción del río Sonora hasta tener absolutamente confirmado que el agua sea apta y no represente algún riesgo para la salud humana, animal y/o el medio ambiente, sin embargo, las autoridades estatales de salud, con base en sus propios estudios, podrán levantar poco a poco la restricción en esa zona”, indicó el organismo este sábado.
La Conagua dijo que inició un segundo monitoreo del cauce del Río Sonora desde su origen hasta la presa “El Molinito”, cuyos resultados se darán a conocer a la población a partir del próximo martes, una vez que estén confirmados por un laboratorio externo certificado.
Mientras tanto, la dependencia federal dio a conocer que movilizó en los municipios del Río Sonora, 32 pipas con capacidad de 10 y 20 mil litros. También mantiene en operación 10 plantas potabilizadoras que producen 3 mil 500 litros de agua por hora, así como 50 tinacos de 5 mil litros cada uno ubicados en puntos estratégicos de los siete municipios ribereños, distribuyendo hasta el momento 2 millones de litros de agua potable para consumo humano.
El 7 de agosto, la Unidad Estatal de Protección Civil de Sonora dio a conocer el derramamiento de 40 mil litros de ácido sulfúrico provenientes de la mina de Cananea sobre los ríos Bacanuchi y Sonora que atraviesan siete municipios, en uno de los estados más áridos de la región El norte de Sonora y hasta la región de Cananea es considerada, por la Naciones Unidas, una de las zonas que más se verán afectadas por las sequías que se provocarán con el cambio climático.
El delegado estatal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), César Lagarda Lagarda, informó en conferencia de prensa que Grupo México ocultó por uno o más días el incidente.
En los ríos contaminados se detectaron metales pesados muy dañinos para la salud humana como arsénico, cadmio, aluminio, hierro, manganeso, níquel y cobre en concentraciones superiores a las permitidas en las aguas del Sonora. Ante el daño ecológico que provocará la contaminación de los ríos, el titular a nivel nacional de la Conagua, David Korenfeld Federman, anunció que la dependencia establecerá, por primera vez en la historia del país, sanciones de hasta por cinco años a la mina.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inició un procedimiento contra la empresa Buenavista del Cobre de Cananea y le ordenó aplicar una Planeación de Remediación Total, luego de la contaminación que causó el derrame que afectó a los municipios de Arizpe, Banámichi, Baviácora, Aconchi y Ures.
La dependencia federal recordó que el incidente se produjo debido a las lluvias, lo que ocasionó el derrame de uno de los llamados represos de jales que contenían esta sustancia. Sin embargo, la Conaguaacusó al grupo minero, propiedad del empresario Germán Larrea, uno de los hombres más ricos de México de ocultar del derrame.