Quod scripsi, scripsi

Por: Horacio Archundia

EL SUICIDIO DEL PAN EN MANZANILLO. El fin de semana corrió la versión de la expulsión de la alcaldesa Gabriela Benavides Cobos y el director general de la Capdam, Daniel Cortés Carrillo, de las filas panistas. Se cumplió así la amenaza del dueño del PAN en la entidad, Jorge Luis Preciado Rodríguez, de echarlos del partido por haberlos catalogado como traidores. En el decir de Preciado, tanto Benavides como Cortés apoyaron al priísta hoy gobernador José Ignacio Peralta, lo que provocó la estruendosa derrota del aún senador. Luego de varios meses de debates y desencuentros, al fin Preciado Rodríguez fue obedecido y se decidió la expulsión de ambos. Y esto bien podría quedar en eso: una expulsión más, sin mayor trascendencia, pero resulta que a los que corren del PAN son los mejores operadores políticos de la región, y han demostrado en las cuatro – dos veces la alcaldía y dos la gubernatura- últimas contiendas locales lo que significa ganar con un equipo consolidado y fuerte y con una estrategia de convencimiento indubitable. De la mano del hoy diputado federal Virgilio Mendoza, Gabriela Benavides y Daniel Cortés han mostrado la garra política que se necesita en una campaña electoral.

Se han anotado cuatro triunfos al hilo y eso demuestra el peso político de que gozan. La aceptación de que disfrutan no es casual: los dos han dedicado largos años ya al trabajo de asistencia social y a las gestiones en favor de los ciudadanos, de manera que miles de manzanillenses los ven con simpatía y están dispuestos a seguirlos respaldando. Basta recordar que en la elección del año 2015, en que Benavides logró ganar la presidencia municipal llevó con ella al triunfo a los cuatro diputados locales que sin ayuda de Gabriela Benavides, Daniel Cortés y Virgilio Mendoza no habrían conseguido el triunfo. Ni Gabriela Sevilla, ni el incongruente de Luis Ayala, ni el Mono García habrían ganado solos.

Acaso Martha Sosa logró legítimamente su victoria. Los otros tres no sacan un perro de una milpa a nalgadas. Eran prácticamente candidatos derrotados. Sin embargo, el trabajo que como alcalde realizó Virgilio Mendoza, la estrategia de campaña y la intensa promoción del voto, les dio un triunfo que no merecían. Por eso cuando se llenaron de soberbia y los dejaron solos, lejos de ayudar al candidato del PAN a la gubernatura, no pudieron sacar el buey de la barranca y perdieron con Jorge Luis lamentándose en dos ocasiones. ¿Qué hará el PAN en Manzanillo sin Gabriela Benavides ni Daniel Cortés? Ya les han demostrado que en un mano a mano, ni todos los líderes panistas juntos pueden con ellos. Ya lo vivieron en la segunda vuelta de la elección para delegado del Valle de las Garzas, donde nomás no hicieron que su candidata lograra ganarle a la candidata de la alcaldesa. Es decir: que el PAN necesita a Gabriela Benavides y a Daniel Cortés porque sin ellos sería un descalabro más el proceso electoral del 2018. Expulsarlos fue la peor decisión que tomaron.

El PAN necesita más a Benavides y a Cortés que ellos al PAN. Y eso ya ha quedado debidamente demostrado. Pero también conviene hacer una pregunta: ¿Quién alzó la mano para expulsar a Jorge Luis Preciado cuando se rumoró tanto entre los panistas que había apoyado a Mario Anguiano para que Martha Sosa perdiera la elección en el 2009? ¿No se le reprochó tanto en el PAN a Preciado porque dejó morir en la lucha a la ex alcaldesa villalvarense Brenda Gutiérrez, a quien traición para que Anguiano ganara? ¿Y en Manzanillo no mandó Martha Sosa siendo alcaldesa, a muchos de sus funcionarios al PRD para hacer perder el panista Francisco Santana? ¿Esas no son traiciones? ¿Y alguien buscó expulsarlos? Como dice la canción, si es que fuera cierta la traición de Benavides y Cortés: “amor con amor se paga”.

RUBEN ALAMO, UN FUTUTO PROMISORIO. La asunción del cargo como presidente del comité directivo municipal del PRI, por parte de Rubén Álamo Navarro constituye un parteaguas en los relevos que antes se dieron. La figura de Rubén Álamo es la más a propósito para rescatar al PRI del hoyo profundo en que lo dejaron sus últimos dos dirigentes municipales. El PRI necesita en estos momentos una oxigenación general, una revitalización profunda, si quiere participar seriamente en la elección que se avecina. La buena fe no es única prenda de Rubén Alamo. Estamos también ante un joven empresario que tiene conocimientos del mundillo político, que se ha desenvuelto atinadamente entre los grupos del tricolor, que ha sabido promover acciones y gestiones ganándose la aceptación de los ciudadanos y que bien vale una misa. Sin duda que hará un gran papel y se perfilará con legítimo derecho a ocupar un cargo de elección. De su equipo, algunos de cuyos integrantes no son santos de la devoción de los manzanillenses, hablaremos mañana.

¿Y EL INSTITUTO DEL DEPORTE? Muchas veces le hemos comentado a Alberto Nando de lo descuidadas que se encuentran algunas canchas y campos deportivos y siempre nos da explicaciones vagas. Uno de esos casos es la unidad deportiva de La Cima, en El Colomo, donde hace larguísimo tiempo no funcionan los baños. Personalmente lo hemos comprobado varias ocasiones y siempre nos lo niega. El miércoles nos percatamos de nuevo el deplorable estado en que se halla ese campo de fútbol al que ahora gracias a las lluvias le creció el pasto, pero en el que decenas de jugadores nos dieron quejas numerosas esa noche porque nadie les hace caso. Los alrededores del campo son un baño público a falta de los que debieran funcionar.

POR HOY, BUEN DIA.

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