Este viernes culminará el Curso Preuniversitario, en el que jóvenes que aspiran a una de las carreras que ofrece la Universidad de Colima conocieron las instalaciones, los profesores, talleres y proyectos de licenciatura o ingeniería de su elección y pudieron además ubicarse en su nivel de inglés.

“Si bien no se trató de un curso obligatorio para el proceso de admisión, sí fue recomendable asistir”, dijo en entrevista la directora general de Educación Superior de esta casa de estudios, Sara Gricelda Martínez Covarrubias, quien añadió que el objetivo principal fue que los aspirantes estén convencidos –antes de iniciar las clases–, de que escogieron la carrera que en verdad desean estudiar.

Durante el curso, añadió, todavía se pudo reconsiderar el cambio de escuela y aclaró que ésta fue la última oportunidad para hacerlo. Dijo que esta estrategia fue instrumentada desde el año pasado y que en esta ocasión tuvo varias mejoras, pues un mayor número de planteles se sumó al esfuerzo voluntario, al participar el 90 por ciento de las carreras para ofrecer un curso de tres o hasta diez días de duración.

“Todavía tenemos casos de jóvenes que estudian la carrera que desean sus padres o la profesión que ha estudiado toda su familia, de la cual después desertan”, agregó la funcionaria. También siguen siendo numerosos, dijo, los que se postulan a carreras de alta demanda en las que, por lo mismo, son bajas las posibilidades de ingresar.

Además, informó que en estas dos semanas, varios jóvenes reconsideraron su elección: “Algunos definitivamente identifican que no es lo suyo y cambian su elección. Por ejemplo, un joven que hizo prueba para piano cambió a Finanzas, porque después de la valoración que hacen los profesores de esta carrera, reconoció que no tiene las bases para estudiarla. Otro caso es un joven de Arquitectura que se fue a Artes Visuales”, añadió.