¡Los retos del puerto ante su saturación!

Un nuevo estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Estratégicas de la Armada de México (Ininvestam) confirma lo que importadores y exportadores padecen en el movimiento de sus mercancías a través del puerto más importante de México para carga contenerizada: Manzanillo está saturado.

En el documento, Adrián H. Valle y Jesús E. Encinas realizan una proyección en el incremento de carga del puerto, la cual arroja que estaría moviendo casi 3.7 millones de contenedores de 20 pies (TEU) para el año 2024. También perfilaron un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) sobre las capacidades del puerto para observar cómo se presenta el panorama general ante estos volúmenes.

Dentro de las Fortalezas los autores identifican su ubicación geográfica, condiciones meteorológicas, calado, infraestructura y terminales de contenedores, entre otras; aunque como Oportunidades resaltan la necesidad de atraer más navieras, incorporar avances tecnológicos en las terminales de contenedores, atraer cargas que operan empresas mexicanas en puertos de Estados Unidos, construir un puerto seco, incrementar su capacidad y un mayor conocimiento de la industria de exportación en la región para la prestación de servicios logísticos integrales.

Respecto de las Debilidades, se hace notar un recinto portuario con reducida franja de tierra que no permite un mayor aprovechamiento en el manejo y almacenamiento de carga, necesaria habilitación de nuevas áreas terrestres para el almacenamiento en terminales e instalaciones portuarias, deficiente coordinación entre los modos terrestres para el desalojo de las mercancías del recinto portuario, generando problemas de congestionamiento y no se cuenta con suficientes facilidades para el acceso del transporte ferroviario, sin que cruce la zona centro de la ciudad.

Asimismo, la colindancia del recinto portuario con la ciudad de Manzanillo restringe el crecimiento del puerto en áreas conexas, generación de retrasos en la liberación de la carga derivado de las revisiones de diversas autoridades federales en el puerto.

En tanto, en las Amenazas resaltan las nuevas inversiones en Los Ángeles y Long Beach, la recuperación de Lázaro Cárdenas de ciertos mercados, falta de planeación en las zonas inmediatas al puerto para el desarrollo del recinto portuario, limitantes normativas para definir conceptos tarifarios integrales de origen/destino con los distintos modos de transporte y con las terminales portuarias, falta de atención en torno a la importancia de las tecnologías de información para agilizar los procesos y mejorar la seguridad y control en el puerto; y, la presencia de la delincuencia organizada para ingresar cargas ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas.

Cuyutlán en la mira

Aunado a lo anterior, se considera que la mayor perspectiva de crecimiento del puerto de Manzanillo bien puede sustentarse en el proyecto de ampliación de la Laguna de Cuyutlán que, aunque está en fase de consolidación, se estima que podría concretarse en el mediano plazo, según el estudio dado a conocer por el instituto.

 

Sin embargo, también hace referencia a que debe contemplarse el mejoramiento de la funcionalidad de los referidos accesos, como puede ser la reubicación del acceso ferroviario, para que no interactúe con la zona urbana y permita una mayor productividad.

En el sentido estricto, detallan los autores, también se observan algunas deficiencias de carácter administrativo y de coordinación que pueden traducirse en crecer y convertirse en un problema mayor, pues la API debe asumir el papel que le corresponde en todas las áreas de interés y esto no sólo es el aspecto comercial del puerto, sino que debe garantizar la seguridad y protección portuaria, más allá de los programas de seguridad industrial encaminados a proteger al trabajador.

Sin embargo, continúa el documento, las propias leyes mexicanas presentan claroscuros en cuanto a los medios disponibles para la protección interior del recinto portuario, dejándola en manos de las autoridades gubernamentales bajo ciertos términos y, dado que las prioridades de la operación portuaria se centran en el aspecto comercial con el fin de garantizar un flujo continuo de las mercancías, esto también abre brechas de oportunidad para que se realicen actividades delictivas que pueden impactar en la operación y reputación del propio puerto.

Hasta que la nueva ampliación en la Laguna de Cuyutlán entre en servicio, Manzanillo debe centrar sus esfuerzos en optimizar sus procesos portuarios, operativos y administrativos para mantener su estatus, pues el proyecto y su prospectiva de crecimiento le otorgan certidumbre para mantenerse y la seguridad de que seguirá siendo, si no el puerto número uno, el segundo de gran envergadura en el pacifico mexicano.

Los puertos de México no deben competir entre ellos por obtener un lugar preponderante, es mucho mejor establecer mecanismos de coordinación entre ellos para un apoyo mutuo en la resolución de problemas relacionados con la operación portuaria.

Finalmente, el uso y aplicación de las nuevas tecnologías en las operaciones del puerto, de carga y descarga comercial, de transporte, vigilancia y seguridad, es una herramienta indispensable que debe usarse como detonante para optimizar todos los procesos. Todo puerto en el mundo requiere adaptarse a las nuevas tendencias de velocidad tecnológica si no quiere quedarse rezagado en la carrera comercial, según el análisis del Ininvestam.

Con información deT21

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