Por:Francisco Hernández Negrete

Desde su fundación en el año 33, la iglesia católica no solo presta los servicios religiosos que todos conocemos, también esta pendiente de la educación y de ayudar a los sectores más vulnerables de la población. Lo anterior fue declarado por el sacerdote Ricardo Arturo Figueroa, párroco responsable de la iglesia de Guadalupe ubicada en Manzanillo centro.

Al respecto el religioso explicó, que la iglesia ha tomado a su cargo como una de las obras de misericordia y sin buscar ningún otro beneficio de este mundo; las actividades propias para ayudar al prójimo en todos los aspectos y que esta ha sido la única institución en la historia, que ha tomado esa tarea y no con el fin de apropiarse de mentes o corazones ¡No! “En los tiempos de la fundación de la iglesia, todos lo reinos se dedicaban a la guerra, al dominio a engrandecer su poder y tranquilamente lo han disfrutado.

A diferencia de ellos dijo, la iglesia se encargó de la educación de las personas, principalmente de las que no tenían acceso a ella. Respecto a los apoyos a la sociedad, reveló que siempre se han hecho obras de beneficencia por todas partes y de todo tipo “Aquí en Manzanillo, entregamos despensas cada mes, atendemos a los enfermos y se imparten platicas en escuelas, preparatorias y universidades”.

Al final destacó, que es importante señalar que cada sacerdote de manera personal y de acuerdo a sus estudios, hace su aportación de manera discreta, no se hace alarde porque para un sacerdote entregado completamente a Dios, lo hace solamente por servir, no por protagonismos o por querer sobresalir.