El Instituto Colimense de las Mujeres de Gobierno del Estado, imparte capacitación para la implementación del “Protocolo para la investigación del feminicidio”, dirigida a 150 personas de la Policía Estatal y 271 Policías de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE).
La directora general del ICM, Yolanda Verduzco Guzmán señaló que la capacitación se enmarca en Programa de Transversalización de la Perspectiva de Género, además de que la capacitación se deriva de la cuarta propuesta que presentó la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM) al Gobierno del Estado.
Loa anterior, como resultado del análisis de la solicitud de Alerta de Violencia de Género, donde el grupo de trabajo detectó que las y los servidores públicos que laboran en las instancias de atención, procuración e impartición de justicia a las mujeres víctimas de violencia, en algunos casos carecen de conocimientos especializados para realizar su labor de la forma adecuada, así mismo se identificó que se realizan valoraciones estereotipadas y con prejuicios.
La funcionaria añadió que la capacitación tiene como objetivo otorgar las herramientas teórico–prácticas como resguardo y preservación de la escena del crimen, embalaje de objetos y en general la cadena de custodia para la correcta investigación del delito de feminicidio que coadyuven al cumplimiento de los objetivos del Protocolo de Investigación del Delito de Feminicido.
“Toda investigación de homicidio de mujeres debe iniciarse como feminicidio, recabar las evidencias lo más pulcro posible, para el esclarecimiento de los hechos y garantizar la debida diligencia y los derechos humanos de las mujeres, para que finalmente una sentencia esté debidamente reforzada”, sostuvo Verduzco Guzmán.
Asimismo, la directora general del ICM, añadió que el feminicidio, de acuerdo a la normatividad, es la forma más extrema de violencia contra las mujeres, en el que el bien jurídico tutelado es la vida y la dignidad humana de las mujeres y sus familiares, y por lo tanto, se convierte en un flagelo que impacta en la seguridad pública y en la sociedad.
Advirtió que ese tipo de comportamiento está conformado por el conjunto de conductas misóginas que pueden culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres, “por ello es importante que policías municipales o estatales que arriben en primera instancia al lugar de los hechos tienen la obligación de acordonarlo, resguardarlo y preservarlo, a fin de no alterar los indicios detectados”, concluyó.