Por: J. Wenceslao Cisneros Amaya.
COBARDES: Con asombro e indignación nos enteramos de una tendenciosa publicación de un supuesto examen de confianza realizado al Secretario General de Gobierno Profr. Arnoldo Ochoa González, mismo en el cual aparece como reprobado y además con una resultante de dos enfermedades: Alcoholismo y diabetes.
De verdad que yo llamo cobardes a quienes se escudan en el anonimato para denostar a un funcionario público con documentos apócrifos que evidentemente que son falsos y fueron alterados tan solo con el ánimo de desgastar al funcionario número dos del gobierno del Estado, apoyándose en un documento que no puede ser considerado como auténtico, desde el momento mismo en que no describe el protocolo seguido para llegar a esa consideración de “falta de confianza, alcoholismo y diabetes”, lo que hace presumir que el documento es falaz, pues ni siquiera se externa el método científico que se utilizó para llegar a esa conclusión.
Yo entiendo que todo es con el ánimo de sacudir al Gobernador Peralta para que deshaga de ese funcionario, cuando en la práctica ha resultado cumplido y responsables y no ha podido hacer mas allá que lo que le han permitido las circunstancias.
Además, ¿De dónde saca ese cobarde que se escuda en el anonimato, para decir que padecer diabetes hace desconfiable a una persona o a un funcionario?
Mientras de que la enfermedad no incapacite al servidor público para ejercer sus funciones, tal enfermedad no puede ser motivo para que sea separado del cargo, sino, imagínese el montón de gente que estuviera desempleada solo por padecer diabetes o cáncer o cualquier otra enfermedad.
Ahora bien, se debe de investigar de donde salió ese documento y quien lo utilizó para calumniar al Profesor Arnoldo Ochoa González, quien hasta ahora, no ha sido señalado de truhan o de pendenciero o de traficante de influencias o de protagonizar escándalos o de llevar una vida licenciosa; nada de eso; ha cumplido cabalmente con el cargo que le confirió Ignacio Peralta.
Cuando se hace una crítica, hay que tener huevos para decir las cosas de frente y no escudarse en el anonimato; Arnoldo es un buen funcionario público y eso debe de interesarle a los colimenses y no las calumnias de los cobardes.
MÁS DE LO MISMO: Igual ha ocurrido en el caso del Diputado Federal Virgilio Mendoza y de la alcaldesa Gabriela Benavides Cobos, quienes con otro acto cobarde y resguardado en el anonimato, imputan conductas altamente delictuosas, al asegurar que el ex presidente municipal “vendió la plaza a un Cártel de la droga”.
Solo los ignorantes no saben que un presidente municipal o un diputado federal o local, pueden comprometerse a entregar un municipio a la delincuencia organizada.
Vender la plaza solo lo pueden hacer quienes tienen mando policíaco o militar, como pudieran ser las agencias de seguridad o las fuerzas castrenses como el Ejército o la Armada.
Mas tardaría en “vender” un alcalde la plaza a un grupo criminal, que llegar cualquiera de las fuerzas castrenses o policíacas y detener a los miembros del crimen.
Los “mañosos” no son tontos, no van a pactar con quien no les puede asegurar un mínimo de seguridad en sus actividades ilícitas, por lo que resulta una hilaridad el asegurar que Virgilio Mendoza comprometió la plaza de Manzanillo al crimen organizado.
Lo mismo puedo afirmar de la alcaldesa Gabriela Benavides Cobos; ella, como Virgilio, no tienen la fuerza de contención que permita a los mafiosos desplazarse por el municipio impunemente, ni mucho menos la tienen para impedir la comisión de los actos criminales que a diario ocurren en el puerto.
Todos esos aspavientos, de descalificar a los servidores públicos, son vientos futuristas, con los cuales se pretende aherrojar a esos funcionarios que he comentado, a fin de que lleguen devaluados a las próximas elecciones.
Ese tipo de prácticas no restan votantes, pues la ciudadanía bien conoce quien si sirve y quien no para llevar adelante un cargo de elección popular, así que mejor guárdense sus fuerzas para competir honestamente en las próximas elecciones y no es defeccionando como se logra la simpatía de los sufragantes.
NO SE PUEDE DEFENDER LO INDEFENDIBLE: Por mas que me había hecho la promesa de mantenerme un poco al margen de criticar al gobernador Ignacio Peralta por su ineficaz desempeño, ahora no me ha quedado mas remedio que hacerlo, ante la ola de violencia que se ha desatado en el Estado y específicamente en el puerto de Manzanillo.
¿No cree Usted que ya sería bueno darle una sacudida a su gabinete de seguridad?
Usted se anda preocupando por asuntos baladíes, como el de andar conformando agrupaciones de periodistas o de andar luciéndose del brazo del presidente Peña Nieto o el de andar inaugurando obras en compañía de los alcaldes de la Entidad o clausurar eventos como el del Volcán, mientras que los criminales siguen asesinando personas por todo el territorio colimense, sin que Usted ni siquiera se preocupe por atender a los deudos de las familias que han perdido un ser querido en esta guerra absurda en donde han muerto gentes inocentes, trabajadoras, padres de familia, ciudadanos ejemplares o menores de edad que se ganan la vida en un empleo informal como resultó con el jovencito que resultó muerto al quedar en medio de un cruce de balas entre dos grupos de sicarios.
¿Estos dramas tan lacerantes no le llegan a su corazón señor gobernador?
¿Usted puede dormir tranquilamente cuando sabe que durante el día murieron diez o quince personas a manos de armas asesinas que no han podido ser cooptadas por su gabinete de seguridad?
¿No siente remordimiento que el día de ayer, antier y antantier, unos hijos se quedaron huérfanos porque Usted no les ha podido dar seguridad y protección?
¿Cómo podría ver a los ojos de los padres de ese joven vendedor de flores que humilde, pero decorosamente buscaba ayudar al sustento de su familia al no poder decirle que no pudo protegerlo y que por esa causa el joven murió, dejando a su familia sumida en un profundo dolor y tal vez maldiciendo haber nacido en este Estado o en este país y profiriendo denuestos altisonantes contra Usted por haber confiado en su supuesto eslogan de campaña: “Un Colima seguro”.
Déjese de ejercer su gobierno en cosas tan baladíes y dedique el 80 por ciento de su autoridad ha combatir el crimen; olvídese de que ya vienen las elecciones y ataque a quienes han hecho de Colima un campo de batalla en donde han muerto miles de inocentes.
Hace mas de un mes que me reuní con Usted para tratar el homicidio de mi hijo Sócrates y después de ese “atole con el dedo”, no he visto acto alguno que pretenda esclarecer ese deleznable acto de barbarie en donde mi hijo fue asesinado.
Imagínese caro lector; si eso sufro yo, que tengo un escaparate para quejarme como es esta columna, ¿que no sufrirán quienes no tienen canales de comunicación?
¿Qué necesidad tenía Gobernador de “chorearme”, prometiéndome una investigación exhaustiva para finalmente burlarse de mi dolor de padre, del dolor de mi esposa, de mi nuera ahora viuda, de mi nieta y de mis bisnietos, ignorando mi drama y ordenando que no se investigue mi caso?
Sacúdase a todos los servidores públicos que están coludidos con el crimen organizado y verá que mas de la mitad de su gabinete desaparecerá.
La historia le dará su lugar Ignacio Peralta Sánchez; ojala y nunca sufra lo que ahora sufrimos todos los que hemos perdido un ser querido.