Por: J. Wenceslao Cisneros Amaya*
UN MANZANILLENSE SEÑALADO COMO CÓPLICE EN LA CONSTRJUCCIÓN DE LOS TÚNELES DEL CHAPO: Es muy probable amable lector, que usted se muestre sorprendido, de la siguiente información: “En enero de 1992 en la zona de la Mesa de Otay, ubicada en terrenos del municipio de Tijuana, Baja California, dos de los empleados de El Chapo, los hermanos José y Jesús Reynoso —conocidos como El Chispa y El hermano de El Ingeniero, respectivamente— contrataron los servicios de un par de agentes inmobiliarios para comprar un terreno en la calle Siempre Viva”.
En la investigación derivada de la construcción de ese túnel, salió a relucir el nombre de un manzanillense de nombre Alfredo Parra Zamora, quien durante muchos años fue vecino de la calle Pino Suárez, conocida también como La Calle Nueva e hijo de una conocida familia porteña y a quien los noticieros de la época lo señalan como un ex oficial de la Marina Mercante.
Parra Zamora nunca fue detenido por ese involucramiento y ya han pasado muchos años y es probable que su nombre ya se haya diluido entre el engranaje de las investigaciones policíacas.
A Parra Zamora no se le ha vuelto a ver en este puerto, desde que la prensa lo relacionó con la construcción de ese túnel.
EL ESTIGMA DE UN GOBERNADOR: MARIO ANGUIANO MORENO, gobernador del Estado, termina su mandato en medio de un torbellino de escándalos que lo sitúan como el peor gobernador que ha tenido el estado de Colima.
Yo pienso que Silverio Cavazos se ha de estar retorciendo en su tumba al saber las sarta de errores en que ha incurrido el actual mandatario, quien fue impuesto por un capricho de Cavazos Cevallos, tan solo para llevarle la contra al también ex gobernador Fernando Moreno Peña.
¿De qué le sirvió a Mario Anguiano haber sido el primer lugar de su generación y haber obtenido el premio Peña Colorada como Licenciado en Economía, si en la práctica ha demostrado su absoluto desconocimiento de las fórmulas económicas para mantener una administración pública sana en sus finanzas y en el manejo del erario público?.
Yo siempre lo comenté en mis columnas cuando Anguiano Moreno fue destapado como candidato del PRI al gobierno de Colima: “Mario no tiene capacidad para gobernar nuestra Entidad. Su discurso parecido más bien a una homilía papal, aunado a ello su aspecto el de un labriego venido a mas, me daban la pauta para calificar la capacidad del actual ejecutivo estatal”.
Y el tiempo me dio la razón: Desde que inició su mandato, Anguiano Moreno estuvo errático en todas sus decisiones, pues empezó por permitir que la Marina/Armada de México, se llevara a casi 50 policías investigadores dependientes de la Policía de Procuración de Justicia, los cuales fueron sometidos a crueles torturas para que se declararan protectores de quienes controlaban la plaza como narcotraficantes.
La entonces Procuradora, sin un hálito de carácter y sin apoyo alguno para los elementos que se habían jugado sus vidas en su misión como agentes investigadores de los delitos, los entregó a quienes después se convirtieron en sus verdugos.
La señora Yolanda Verduzco sin el perfil para el cargo tan delicado, entregó a los servidores públicos bajo engaños; los desarmó con un cuento chino y permitió que la horda de salvajes que en ese entonces comandaba el Almirante Jaime Mejía Michel, los torturaran a tablazo, rompiéndole los glúteos, aplicándoles además la “picana eléctrica” en sus genitales, así como en los oídos, al extremo de que el entonces comandante Nivardo Padilla, perdió la visión de un ojo porque los marinos torturadores le enviaron la descarga eléctrica precisamente a uno de sus ojos.
Todos los involucrados falsamente, fueron liberados de toda responsabilidad y la Marina fue condenada a pagar cantidades millonarias a todos los agentes torturados.
Con posterioridad, Anguiano Moreno nombró como “Embajadores Turísticos” a una carpanta de sujetos de dudosa ética, entre ellos a un cantante grupero de la onda de las Bandas de nombre Elpidio “Pillo” Morfín, quien acababa de salir de una prisión estadounidense, en donde duró cinco años, por haber tratado de introducir varios kilos de droga por una de las fronteras mexicanas que colindan con el país del norte.
¡Que perfilazo de nuestro embajador! Un delincuente, ex convicto.
Cuando fue asesinado en la ciudad de Guadalajara el nieto de Marcelino García Barragán e hijo de Javier García Paniagua, Javier García Morales, el gobernador, sin rubor alguno, declaró que García Morales tenía el cargo de “asesor en seguridad pública”, siendo que García Morales tenía un largo historial en la comisión de ilícitos, entre otros, el haber participado en el aterrizaje de una avioneta cargada de cocaína proveniente de Colombia, cuyos tripulantes fueron detenidos y Javier fue protegido por el ejército para que desapareciera del lugar. (Continuará).
*El autor es abogado, maestro en ciencias penales y doctorando en derecho, además de escritor profesional de la Editorial Grijalbo.